Arnau es un joven de diecisiete años con una vida totalmente despreocupada. En el instituto se enamora de Olga. A partir de ahí su vida cambia. Para hacer méritos con Olga, apunta a todas las actividades en las aquella participa, incluyendo ir a cuidar ancianos el fin de semana a la asociación de la que Olga es voluntaria. Así es como conoce a Ramón, un hombre de un pasado libertario confuso que tiene un principio de Alzeheimer.

El creativo y ambicioso Carlos, un joven español aficionado al cine, logra con el tiempo y mucho esfuerzo convertirse en un operador de cámara profesional, y es bendecido además con el amor de Ana, que tanto ha anhelado; pero el estallido de la Guerra Civil en 1936 lo cambia todo para ambos.

El fotógrafo español Francesc Boix, encarcelado en el campo de concentración de Mauthausen-Gusen, trabaja en el Servicio Fotográfico de las SS. Entre 1943 y 1945, esconde, con la ayuda de otros prisioneros, miles de negativos, con el fin de mostrar al mundo liberado las atrocidades cometidas por los nazis, exhaustivamente documentadas. Será un testigo clave durante los juicios de Núremberg.

Basada en hechos reales, Un Dios prohibido cuenta el martirio que 51 miembros de la Comunidad Claretiana de Barbastro (Huesca) sufrieron a manos de milicianos revolucionarios a comienzos de la Guerra Civil. Representa las últimas semanas de sus vidas antes de ser fusilados, gracias a los escritos originales que escribieron en este tiempo utilizados como testimonio para la elaboración del guión. En el momento a la Comunidad de Misioneros Claretianos de Barbastro pertenecían 9 sacerdotes, 12 hermanos y 39 seminaristas. Entre los últimos se encontraban dos de nacionalidad argentina a los que se puso en libertad, cuyas declaraciones fueron también esenciales para conocer lo que pasó dentro de la casa de la Comunidad Claretiana.

España, 1937, durante la Guerra Civil. Un pelotón de soldados republicanos planea detener el avance de las tropas rebeldes bombardeando un puente en la carretera de Zaragoza, cerca de la ciudad de Linás. Con la estrecha colaboración de los campesinos de la zona, los soldados intentan superar los continuos bombardeos y soportar la dura e incansable oposición del poderoso enemigo…

En 1889, un lord irlandés se casa con una hermosa gitana, pero muere a consecuencia de una caída del caballo. La familia, que odia a la gitana, la expulsa y va a refugiarse en España. Casi medio siglo después, la gitana, que huye de la Guerra Civil española, vuelve a Inglaterra en compañía de María, su hermoasa nieta, la cual se enamora de de un entrenador de caballos, pero el problema es que está comprometida con un hombre en España. Un día, éste reaparece.

David (Mark Stevens) es un médico que regresa a España 30 años después de su participación en la Guerra Civil Española. Ahora miembro de una convención médica, busca a viejos amigos y encuentra a su antiguo amante, ahora una mujer casada con una hija . Él y su hija (Manuela Vargas) tienen una atracción mutua inmediata y mutua. Considera huir con la exótica belleza antes de pedirle a su esposa que se una a él para unas largas vacaciones después de la convención.

La noticia de la muerte de Franco tiene una especial resonancia en la familia que forman Florentina (María Asquerino), su hija Encarna (Emma Cohen), su yerno Hilario (Agustín Gonzalez) y los hijos del matrimonio, Juanita (Nuria Gallardo) y Manolín (Jorge Sanz). Al mismo tiempo, Florentina comunica al resto de la familia una noticia mucho más importante que la muerte del general: su marido Emiliano (Fernando Fernán-Gomez), al que habían dado por muerto en la guerra civil, está vivo. Durante el franquismo ha permanecido oculto debajo del pilón que hay en el patio de la vivienda.

Un agente español al servicio de la República (estamos en plena Guerra Civil Española), viaja a Londres con la misión de comprar carbón británico. Un grupo de agentes fascistas con idéntica misión, intentará reiteradamente acabar con su vida. En el transcurso de su viaje, conocerá a una atractiva joven que le facilitará mucho las cosas.

Una mujer huye hacia España a comienzos de 1936, acusada de robar un valioso collar. Un detective de Scotland Yard la sigue la pista, la encuentra y se enamora de ella en un clima de conflicto social.

En 1938 la Guerra Civil española ya ha desgastado a ambos ejércitos y arrasado los ánimos de la población. A pesar de todo, las diferencias entre republicanos y nacionales son reveladoras: El bando fascista dispone de la ayuda incondicional del armamento y los hombres facilitados por Hitler y Mussolini mientras el ejército republicano se ve ignorado por una Europa más preocupada por una posible Gran Guerra que por el destino de España. En este ambiente el cruce del Ebro parece la mejor táctica republicana para invocar las alianzas internacionales indispensables y demostrar, a la vez, la resistencia frente a los fascistas, que llevan impulso hacia la victoria.

El director falangista Carlos Arévalo realizó con esta película quizá la única de concepción claramente falangista realizada en España (los colores del título se refieren a la bandera). Curiosamente, dos semanas después de su estreno en el cine Capitol en Madrid, en mayo de 1942, y por razones nunca aclaradas, la película fue prohibida y permaneció desaparecida hasta que en 1996 fue restaurada por la Filmoteca Española.

Pepe Luis recuerda su infancia en Cuenca durante la Guerra Civil Española (1936-1939). (FILMAFFINITY)

En el norte de África, en un destacamento de la Legión Española, el Grajo, un valiente veterano, y Mauro, que acaba de alistarse, se convierten en íntimos amigos. Cuando una circunstancia desafortunada provoca la muerte de un hombre, las sospechas recaen sobre uno de ellos.

La turbulenta historia de la familia Churruca, un noble linaje de valientes marinos, descendientes de Cosme Damián Churruca, héroe español de la batalla de Trafalgar; desde la guerra hispanoamericana (1898) hasta el final de la guerra civil española (1936-39). (En 1950, se estrenó un nuevo corte de la película con menos profundidad ideológica y diez minutos más breve).

Juan Méndez Bernal abandona su casa el 9 de abril de 1936 para combatir en la inminente Guerra Civil. 83 años más tarde, su cuerpo sigue formando parte de los habitantes del pasto. Lo único que deja de esos años que pasa en el frente es un epistolario de 28 cartas de su puño y letra.

España, 1938. Una mujer siembra tranquilamente en su huerto. De repente irrumpen en el lugar dos soldados armados. Antes de que la detengan, la mujer esconde algunas semillas en su bolsillo.