Volar es el superpoder definitivo, una habilidad extraordinaria con la que la mayoría de nosotros sólo puede soñar. Pero ahora, gracias a una tecnología audiovisual revolucionaria, podemos seguir a los animales en el cielo para que nos revelen los secretos de un mundo que permanecía oculto. Un impactante número de animales ha dominado el cielo: ardillas, arañas, ranas, peces, pájaros y murciélagos viajan, cazan, viven y mueren en el aire gracias a una habilidad y un diseño excepcionales. Este documental nos permitirá volar junto a estos animales e introducirnos en su punto de vista único, capturando su extraordinario comportamiento y revelando la increíble ciencia detrás del vuelo.

En los Andes del Sur sobrevive un ser vivo desde hace 200 millones de años: la “Araucaria Araucana” con su increíble historia, poco conocida y ligada para siempre a un pueblo amerindio de Chile: los Pehuenches. Esta comunidad aislada sobrevivió durante siglos gracias a las Araucarias. Una perfecta armonía entre el hombre y la naturaleza, trastornada por la invasión de los colonos españoles, los conflictos de territorios y el aumento de la tala. Protegidos hoy, estos bosques sagrados son el refugio de una naturaleza única y salvaje; pero otros peligros amenazan este equilibrio.

Realizado entre los años 1975 y 1982, "Koyaanisqatsi" -primera parte de lo que sería luego una trilogía formada por Koyaanisqatsi (1982), Powaqqatsi (1988) y Naqoyqatsi (2002)- es un singular documental que refleja la colisión entre dos mundos obligados a convivir: por un lado la vida de los hombres en la sociedad moderna, la vida urbana y occidental, llena de tecnología, ciencia y consumismo. Por otro la naturaleza y el medio ambiente del planeta Tierra. Sin voz humana, tan sólo con el poder de las imágenes y la banda sonora minimalista de Philip Glass, Godfrey Reggio presentó este documental ante 5000 personas el 4 de Octubre de 1982 en el Radio City Hall de Nueva York, convirtiéndose al instante en un documental de culto.

Entre 1990 y 2003, Timothy Treadwell, camarero, actor ocasional y ex-alcohólico, pasó catorce veranos conviviendo con los osos grizzly. Él mismo grabó con su cámara de vídeo sus estancias en Alaska y su obsesiva relación con los plantígrados (unas cien horas). Werner Herzog usó parte de este material. El último verano, uno de los osos atacó a Timothy y a su novia Annie.