Cuando su familia se muda de la ciudad de Nueva York a Nueva Jersey, una niña de 11 años navega por nuevos amigos, sentimientos y el comienzo de la adolescencia.

Una leyenda china cuenta que un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper. Manuel (Benjamín Vicuña) y Abril (China Suárez) parecen estar ligados por ese destino infalible. Luego de conocerse en un avión quedan flechados instantáneamente, sienten que son el uno para el otro. Pero el destino hace que se separen y no vuelvan a encontrarse hasta varios años después. Ahora el tiempo ha pasado y ambos han formado sus familias y están felizmente casados con Laura (Guillermina Valdés) y con Bruno (Hugo Silva). Pero el deseo, el amor y el destino los vuelve a atrapar en sus redes para que vivan otro encuentro inolvidable, poniendo en crisis sus valores y creencias sobre el amor y donde surgen preguntas de respuestas difíciles.

Alex Whitman es un ejecutivo de Manhattan que es destinado a Las Vegas para supervisar la construcción de un local nocturno. Allí conoce a Isabel, una joven de origen mexicano con la que pasa una noche. Tres meses después, el destino vuelve a unirles y Alex descubre que Isabel está embarazada.

Una joven encuentra un camino hacia el estrellato en Internet cuando comienza a hacer videos con un extraño carismático.

Ecky está bajo los palos para intentar parar el penalti decisivo en el último partido que su equipo disputa en la liga regional. Y no lo para. Si se tratara de Casillas, Barthez o Khan, los hinchas lo justificarían como una cantada pasajera o mejor aún, una noche movida cumpliendo con señoritas modelos. Como se trata de Ecky y toda la ciudad acaba de descubrir que es gay, por puro prejuicio popular bien arraigado: “los homosexuales si de algo no entienden es de fútbol”, lo condenan al ostracismo. Pero Ecky no sólo no se rinde, sino que comienza a ojear talentos para crear el primer equipo de fútbol gay de la historia. Y aún más: demostrará que, para jugar al fútbol, mejor arte y talento que testosterona y las pelotas, mejor sobre el césped que presumir de ellas.

Durante la época victoriana, dos jóvenes niños, Emmeline y Richard Lestrange son pasajeros de un velero que hace la ruta del cabo de Hornos con el padre de Richard, ya que los padres de Emmeline están muertos, y actúa como su tío. Un incendio provoca la destrucción de la nave, y el ayudante de cocina, Paddy, lleva a los niños en un bote salvavidas con él, pero ésto hace que los separen de los demás supervivientes, y los dejan a la deriva. Después de días sin rumbo fijo, llegan a una exuberante isla tropical.

A Anna le disgusta la noticia de que su tía Belle vaya a casarse con Martin, un veterano y mujeriego actor. Por ello no dudará en regresar a Seattle para detener la boda. Allí conocerá a Clay, el hijo de Martin, quien también quiere impedir el enlace.

Britt-Marie, de 63 años, acaba de abandonar un matrimonio de 40 años y su larga vida como ama de casa. Vive en Borg, un pequeño pueblo cuyo único orgullo es su joven equipo de fútbol, ​​y el nuevo trabajo de Britt-Marie será entrenarles. Este es el comienzo de un viaje lleno de luchas, desafíos pero también calidez y amor.

En el Mundo de los Cuentos de Hadas, todo está en orden: Cenicienta se prepara para el baile, Rapunzel ha dejado caer su larga trenza por la ventana, la Bella Durmiente está a punto de recibir un mágico beso... Pero el mago que mantienen el eterno equilibrio entre el bien y el mal se ha tomado unas vacaciones, y los villanos de los cuentos, liderados por la malvada madrastra de Cenicienta, aprovechan la situación: no están dispuestos a que los buenos sean felices y coman perdices tan alegremente...