El psiquiatra Hal Raglen (Oliver Reed) inventa una terapia especial para tratar psicópatas que consiste en la somatización de los trastornos mentales del enfermo. Cuando somete a una mujer a este proceso de curación, contra lo previsto, se desata la furia de la paciente.
Tras ser violada, una joven sirvienta sordomuda da a luz a una criatura aparentemente normal. Pero a medida que el niño crece comienza a dar señales de un extraño comportamiento; sus incontrolables reacciones durante las noches de luna llena anuncian una terrorífica metamorfosis.
Hay un nuevo museo en la ciudad, un museo de cera. El propietario, tratándose de algo novedoso en el lugar, invita a varios grupos de adolescentes para que entren a las sesiones de horas más intempestivas, eso sí, sin pagar. En el interior, las figuras de cera reproducen macabras escenas de crímenes y los más terroríficos personajes de terror. ¿Pero son simplemente seres inertes? La respuesta es no, ya que cobran vida y nutrirán su hambre de matar con los inocentes visitantes, que se convertirán en inesperados personajes de las historias que allí se representan.
Cuando Sam Phillips, un padre de familia normal y corriente, desaparece sin dejar rastro, sólo su hijo Tony sabe que lo hizo después de que un gran destello apareciera en el cielo. Pero cuando Sam reaparece tan súbitamente como se había ido, Tony sabe que algo ha cambiado y que ya no es un ser humano. A medida que el cuerpo de Sam se va deteriorando, por culpa de un extraterrestre oculto en su interior, su hijo se da cuenta de que debe actuar para detener al intruso y evitar que infecte a los humanos con los millones de larvas alienígenas que transporta.
En una oscura sala dos forenses retiran una bala de plata de un cadáver, que vuelve a la vida y mata a los dos médicos. Waldemar Daninsky, el hombre lobo, ha resucitado. Dos jóvenes universitarias que han estado trabajando en un estudio sobre superstición y magia negra creen haber localizado la tumba de la condesa Wandesa Darvula de Nadasdy, la terrible adoradora del Diablo. Las dos jóvenes viajan al norte de Francia en busca de la tumba, pero se pierden en un bosque. Waldemar las encuentra y las invita a su casa. A la mañana siguiente, las muchachas y Waldemar descubren la tumba de Wandesa cerca de las ruinas de una vieja abadía.
Una joven contacta con un investigador de lo oculto durante el entierro de su hermana. Él les cuenta que la fallecida ha sido víctima del ataque de un licántropo. Al principio, la chica y su novio se muestran reticentes, pero acabarán por creer al desconocido, tanto que le acompañarán a Europa, a una aldea en la montaña en busca de la líder de un grupo de hombres lobo, la malvada y explosiva Stirba, que resulta ser la hermana del ocultista. Pero la mujer loba no tardará en darse cuenta de la llegada de sus enemigos, y dará las órdenes necesarias para acabar con ellos.
De vuelta de una expedición en el Tíbet, un hombre se da cuenta de que se le ha transmitido la licantropía. Harto de cometer crímenes se intenta suicidar, pero es rescatado por una doctora que le impondrá su voluntad para que siga cometiendo crímenes.
El doctor Zinthrop asegura que ha encontrado el secreto de la eterna juventud: se trata de un suero hecho con encimas de avispa. Janice decide probar la pócima, y su piel se torna tersa y lozana. Pero, al agotarse accidentalmente el suero, Janice empieza a sentir los efectos secundarios; por las noches, se transforma en la mujer avispa: un monstruo que mata para obtener la sangre de sus víctimas.
Un científico efectúa pruebas en una cabaña de la montaña, transformando a un gato en un dientes de sable, y a su criada en una prehomínida. Finalmente, lo probará sobre sí mismo, deviniendo en un hombre de Neanderthal que vagará por los bosques.