¿Qué debería hacer una pareja de fantasmas si su estrafalario hogar de Nueva Inglaterra se llenara de elegantes visitantes neoyorquinos? Pedir ayuda a un exorcista para aterrorizar a los intrusos con el fin de que abandonen la casa. Bitelchús es una criatura de ultratumba repugnante y terrorífica, un fenómeno asustando y bromeando que se gira y se transforma en grotescas formas, traga insectos y no puede dejar a las mujeres (vivas o muertas) en paz.
Laura regresa con su familia al orfanato en el que creció de niña, con la intenció de abrir una residencia para niños discapacitados. El nuevo entorno despierta la imaginació de su hijo, que comienza a dejarse llevar por juegos de fantasía cada vez más intensos. Éstos van inquietando a Laura cada vez más, hasta el punto en el que llega a pensar que hay algo en la casa que está amenazando a su familia. A ella le ocurre algo extraordinario y, a pesar de que es una mujer con unos principios muy claros, su universo se tambalea poniendo en duda todo aquello en lo que creía...
La desbordante alegría de las fiestas de Nochebuena va a hacer que Frank Cross sufra unas visiones fantasmagóricas en esta divertida sátira de “Un Cuento de Navidad” de Charles Dickens. Cross, que ha hecho una carrera meteórica desde lo más recóndito del departamento de envíos de una cadena de TV hasta la presidencia, es tacaño, desagradable, ingrato, implacable y con un cruel sentido del humor, cualidades idóneas para un miserable de hoy en día. Antes de que la noche termine, será visitado por un desconcertante taxista neoyorquino del pasado, un hada del presente un tanto estrafalaria y, finalmente, un sádico, enorme y descabezado mensajero del futuro.
Dos hermanas huérfanas son criadas por sus tías de una forma atípica: sin reglas ni obligaciones y con muchos libros de hechizos a su alrededor. Ambas saben que tienen poderes extraordinarios pero eso tiene un precio: todos los hombres que se enamoren de ellas están destinados a morir prematuramente.
Dora, su segundo marido Bruno, y Marco, un niño hijo del primer matrimonio de ella, van a la casa de campo que era del matrimonio antes de que ella cayera en una profunda crisis a causa del supuesto suicidio de él. El chalet parece estar poblado de fantasmas: Marco alterna momentos de infantilismo con momentos en los que parece estar poseído por un espíritu que lo induce a rechazar a su padrastro y a ensañarse contra su madre. Dora, a pesar de los intentos de reacción y la afectuosa presencia de Bruno, manifiesta señales de desequilibrio mental cada vez más frecuentes.
Arthur Kriticos (Tony Shalhoub), un profesor viudo, hereda la majestuosa mansión de su tío Cyrus y se traslada a vivir allí con sus dos hijos, su niñera y un médium. Pronto descubren que la casa está construida con paredes de cristal inscritas con frases en latín que son hechizos de barrera. Encerrados en la casa, se dan cuenta de que contiene a 13 fantasmas capturados por Cyrus, cada uno encerrado por los hechizos. Con la ayuda del médium Dennis Rafkin (Matthew Lillard), intentan sobrevivir y desentrañar el misterio de la mansión antes de que sea demasiado tarde.
En esta ocasión los hermanos Wayans empiezan la historia con una satírica parodia de El Exorcista, mostrando a James Woods en el papel de un cura poco convencional, el padre McFelly, ocupado en salvar a una Natasha Lyonne de un espíritu de otro mundo. Entonces, retomando la historia donde la dejaron, los hermanos Wayans se vuelven a reunir de forma cómica con la heroína Cindy Campbell, convertida ahora en una buena estudiante universitaria. Un profesor loco la recluta a ella y a su grupo de compañeros deseosos de vivir aventuras y nuevas experiencias, para una salida de fin de semana bajo el pretexto de realizar un experimento científico. Mientras se desarollan las actividades del fin de semana, las continuas sorpresas mantienen la diversión siempre en marcha.
Una nueva entrega de la franquicia que parodia los últimos títulos del cine americano. Esta vez, la ingenua Cindy Campbell (Anna Faris) intenta hacer carrera en la atención sanitaria a domicilio, y encuentra trabajo con una horripilante anciana que vive en una horripilante casa embrujada por una presencia fantasmal. Si a esto le añades un vecino guapetón y la amenaza de unos alienígenas que quieren dominar la tierra... el pelo rubísimo de Cindy se erizará presa del miedo más electrizante. Nuestra valiente heroína vuelve a sumergirse en la acción más enloquecida en su intento de descifrar los extraños mensajes que le llegan del más allá. Pero eso no le impide seguir buscando el amor en los sitios más inusitados y de salvar el mundo de la destrucción masiva.
En una soledad total, rodeada de un paisaje agreste y acantilados inaccecibles, se encuentra la mansión de los Vanbeck. Un día, Vanbeck decide contratar a una institutriz, Emmanuelle. Esta, desde el principio, nota un raro ambiente familiar y, a veces, le es imposible conciliar el sueño al creer sentir ruido de pasos en la noche, en la zona antigua de la casa donde se encuentra la habitación de la Sra. Vanbeck, la cuál está muy enferma y nunca sale de la habitación. (FILMAFFINITY)
La película está basada en la historia de una emisora que, para subir el rating, realiza un concurso ofreciendo dos millones de pesos a la persona que pase una noche dentro de la casa embrujada de La Vega, logrando que un grupo de jóvenes y periodistas se interesen por la propuesta. Según la trama, “La casa del kilómetro 5” perteneció a un campesino (Fello), quien al morir su esposa decide venderle su alma al “Diablo”, para salir de la pobreza extrema y poder criar a su única hija, sin imaginarse que el alma que Satanás quería era la de su pequeña. Esta situación lleva al aturdido campesino a suicidarse. Desde entonces, la residencia permanece abandonada, ya que nadie desea habitarla, debido a apariciones de espíritus a medianoche. Cuentan algunas personas que han intentado dormir en ese lugar, que al amanecer se despiertan en medio de la autopista sin ninguna explicación y que escuchan ruidos extraños en la madrugada...