Dos jinetes llegan a Dodge City persiguiendo a un hombre. Es el Día de la Independencia, y la gente se arremolina en torno al premio del concurso de tiro, un rifle único: el Winchester 73. Lin McAdam, uno de los forasteros, gana el concurso y consigue el rifle, pero su contrincante Dutch Henry Brown se lo roba y huye. El rifle pasa a manos de un traficante de armas, luego a un jefe indio y más tarde a un forajido. Mientras tanto, continúa la persecución.

Los hermanos Pontipee son siete rudos leñadores, todos solteros, que viven en una cabaña en las montañas. Su vida cambia radicalmente cuando Adam, el hermano mayor, encuentra novia en el pueblo y se la lleva a vivir a la cabaña. Los demás hermanos deciden, entonces, hacer lo mismo y van a la ciudad en busca de novia. Tan empeñados están en casarse que no dudan en secuestrar a siete chicas y se las llevan a vivir con ellos.

Tras muchos años de ausencia, los tres hijos mayores de Katie Elder regresan a su pueblo natal para asistir al funeral de su madre. Pronto averiguarán que su padre murió asesinado después de perder su rancho en una partida de cartas. A partir de ese momento, no descansarán hasta encontrar al asesino y recuperar sus propiedades.

Cinco años después del fin de la Guerra Civil estadounidense, el capitán Jefferson Kyle Kidd, veterano no de una, sino de tres guerras, va de ciudad en ciudad narrando noticias, hablando de presidentes y reinas, de luchas gloriosas, devastadoras catástrofes y apasionantes aventuras que tienen lugar en cualquier rincón del mundo. Un día, en las llanuras de Texas, el capitán conoce a Johanna, una niña de diez años que fue secuestrada seis años atrás por la tribu Kiowa, y que durante este tiempo fue educada como uno de ellos. Johanna, en contra de su voluntad, debe irse a vivir a casa de sus tíos, un lugar hostil y desconocido para ella. El capitán Kidd acepta entregar a la niña a sus tutores legales. En el viaje, ambos recorrerán cientos de kilómetros a través de una inhóspita naturaleza, y deberán enfrentarse a enormes dificultades, humanas y naturales, en búsqueda de un lugar al que puedan llamar “hogar”.

Australia, finales del siglo XIX. El capitán Stanley (Winstone) ha capturado a dos jóvenes de la banda de los hermanos Burns. El trato que Stanley le ofrece al hermano mediano coloca a éste frente a un dramático dilema moral: si decide salvar a su hermano menor de morir en la horca, entonces morirá su hermano mayor.

Jim Craig ha vivido los primeros dieciocho años de su vida en la granja familiar situada en las montañas de Australia. Cuando muere su padre, se ve obligado a irse a las tierras bajas para ganar dinero con el que reconstruir la finca. Los problemas surgen cuando se enamora de una bella mujer.

Una familia de granjeros del Oeste, cuya subsistencia depende de sus cosechas, ve cómo un accidente del cabeza de familia, que se verá obligado a guardar cama, pone en grave peligro su situación económica. Su hija, una maestra de escuela, se ve obligada a realizar las duras labores de la granja, hasta que un forastero se ofrece a ayudarles y a curar al herido...

Estando de ruta hacia su nuevo hogar en las grandes llanuras del oeste, una joven se queda repentinamente viuda en medio del largo viaje en carreta. Con una dura temporada invernal acechando y sin recursos para regresar, la joven acepta el trato que le ofrece un granjero: casarse con él para ocuparse de su hija, a cambio de cobijo y de un pasaje de vuelta en primavera.

Bud Davis es un joven vaquero que se traslada desde un pueblecito de Texas a Houston. Su intención es encontrar trabajo y divertirse. Pronto empieza a frecuentar el "Gulleys", un local de música country en el que se enamora de la bella Sissy.

El señor McLintock (John Wayne), un gran terrateniente gruñón pero generoso, recibe la visita de su esposa (Maureen O'Hara), una mujer de fuerte temperamento, que se fue a vivir a Nueva York, porque no podía soportar el estilo de vida de su marido.

En 1825, un aristócrata inglés (Richard Harris) fue apresado y tratado como un esclavo por los indios sioux.

Narra la historia de la familia Seed, ambientada en el momento de la marcha hacia el Oeste de los mormones. Divididos por las reacciones más diversas a una nueva ideología, los Steed tratan de mantenerse muy unidos y firmes en sus convicciones, sintiéndose constantemente puestos a prueba por su fe, perseguida en la Norteamérica del siglo XIX.

En el otoño de 1867, en la ciudad de Denver se plantea un grave problema: no les queda whisky para poder pasar el largo y crudo invierno. Preparan entonces un plan para traer un gran cargamento de bebida a la ciudad. El coronel Thadeus Gearhart (Burt Lancaster) es el encargado de custodiar la preciada mercancía frente a los indios sioux, que quieren arrebatársela.

Un sargento de la Unión (Brian Keith) convence a un prófugo para organizar un asalto a un banco. Durante el atraco aparece otro grupo de ladrones con los que se enfrentan. En medio de un terrible tiroteo resulta muerte un chico de nueve años. Afectados por esta muerte, los dos bandidos deciden acompañar a la madre del chico, Kit Tilden (Maureen O'Hara), que quiere enterrar a su hijo junto a su padre en Siringo, una lejana ciudad ahora localizada en territorio apache.

Tras quedarse huérfano, el indio Tom Black Bull abandona la reserva y encuentra trabajo en el espectáculo del rodeo. Cuando Red Dillon, un astuto desbravador alcoholizado, se percata de sus habilidades para la monta, le enseña todos los trucos del oficio y lo convierte en una estrella del rodeo, pero él se queda con todas las ganancias y las derrocha en alcohol y mujeres.