El Marqués de Sade (Klaus Kinski) escribe en la cárcel la historia de Justine (Romina Power) y Juliette (Maria Rohm), dos hermanas adineradas que se quedan solas e indefensas cuando su padre es forzado a abandonar el país, y su madre muere. Juliette acaba como prostituta, mientras Justine busca abrirse camino en un mundo cruel en el cual todo tipo de locos y pervertidos intentan utilizarla y abusar de ella.
Olivia Pascal protagoniza a Vanessa que fue criada en un convento después de la muerte de sus padres. Debido a una herencia viaja a Hong Kong para descubrir que la herencia es una cadena de burdeles. Pronto tendrá problemas para hacer frente a su herencia cuando es empujada en su nuevo mundo de delicias carnales.
La vecina de Ángela se dedica a organizar fiestas sexuales que hacen que sea difícil para Ángela dormir por la noche. Un día, su misteriosa vecina es asesinada, y Ángela descubre una extraña bola de cristal en su apartamento.
La nueva obra de Albertina Carri, con escenas de sexo explícito, escapa a cualquier intento de categorización, y desafía al espectador con una búsqueda tan explícita como tangible, la de sus protagonistas y su propia erótica en un mundo que desdeña el placer de los sentidos.