"L'Arrivée d'un train à La Ciotat" es sin duda uno de los filmes más famosos de la historia. La imagen de un tren llegando a una estación, pasando muy cerca de la cámara mientras reduce la velocidad, se convirtió rápidamente en una escena absolutamente icónica de esa curiosidad de reciente invención llamada "cinematógrafo".

Veinticinco cineastas, uno por cada estado de la Unión Europea, realizaron una película sobre sus respectivos países. Todas tenían el mismo presupuesto, debían estar ambientadas en el presente o en un futuro inmediato y durar cinco minutos. No había otras limitaciones, de modo que los autores tenían plena libertad para expresarse. Entre los directores figuran tanto nombres consagrados como voces nuevas dentro del panorama cinematográfico. Cada corto tiene su propia identidad, por lo que es posible establecer comparaciones fascinantes; pero, además, juntos ofrecen una imagen global de la Comunidad Europea a través de la fusión de esas distintas visiones conceptuales y creativas.