Año 1183. El rey de Inglaterra Enrique II Plantagenet reúne a toda su familia para pasar las Navidades y decidir quién le sucederá en el trono. Manda llamar a su esposa, la maquiavélica Leonor de Aquitania, a quien mantiene encerrada en una torre después de haberla repudiado, y también a sus tres hijos: el taimado Geoffrey, el insignificante John (Juan sin Tierra) y el colérico Richard (Ricardo I Corazón de León). Conviene tener en cuenta que, algunos años antes (1173-1174), los tres, incitados por su ambiciosa madre, se habían sublevado contra su padre.

La desbordante alegría de las fiestas de Nochebuena va a hacer que Frank Cross sufra unas visiones fantasmagóricas en esta divertida sátira de “Un Cuento de Navidad” de Charles Dickens. Cross, que ha hecho una carrera meteórica desde lo más recóndito del departamento de envíos de una cadena de TV hasta la presidencia, es tacaño, desagradable, ingrato, implacable y con un cruel sentido del humor, cualidades idóneas para un miserable de hoy en día. Antes de que la noche termine, será visitado por un desconcertante taxista neoyorquino del pasado, un hada del presente un tanto estrafalaria y, finalmente, un sádico, enorme y descabezado mensajero del futuro.

En un pequeño pueblo escocés trabaja Movern Callar -Samantha Morton- como cajera en un supermercado. Una tarde vuelve a su casa y encuentra el cadáver de su novio. Todo indica que ha sido un suicidio. Movern decide entonces coger una novela recién terminada de su novio y salir de allí. Tras vender la novela y coger el dinero del adelanto por la publicación, Morvern viaja a Ibiza a cambiar de vida.

Un niño tamborista huérfano que odiaba a la humanidad descubre que su vida cambia para siempre cuando conoce a tres hombres sabios en la ruta a Belén.

El matrimonio formado por Steffi y Bob es el paradigma de la familia burguesa de Nueva YorK: son ricos, liberales y socialmente comprometidos. Steffi estuvo casada con Joe, un tipo sin suerte con las mujeres, con quien tiene una hija algo inestable. Bob tiene un hijo conservador, una hija que ha puesto en peligro su boda al enamorarse de un delincuente y otras dos hijas adolescentes que se pelean por chicos multimillonarios. Todos ellos pasean sus problemas por Nueva York, París, Venecia.

Para Steve Finch (Matthew Broderick), un optometrista de Massachussetts, la mejor época del año es la Navidad. Durante muchos años, ha conservado tradiciones que su mujer y sus hijos ya no pueden soportar. A pesar de ello, sigue teniendo un calendario del mes de diciembre repleto de actividades: la foto para la felicitación navideña, el ritual del árbol, los villancicos... Pero la felicidad de Steve se ve perturbada de repente por Buddy Hall (Danny DeVito), un astuto vendedor de coches que se instala en la casa de al lado.

Laurel Springs es un pueblo que recibe una suculenta oferta comercial para un nuevo proyecto que podría traer prosperidad económica a sus habitantes. Pero una periodista local está convencida de que hay gato encerrado. En medio del alboroto, una avería en un semáforo provoca un aparatoso accidente entre dos coches. Los conductores, gravemente heridos son Charlotte, la periodista y el forastero enviado para convencer a todos del nuevo proyecto. Ambos entran en estado de coma, pero es en esa dimensión donde conectan sus espíritus para emprender el camino de regreso a la vida.