En la época de la Gran Depresión, en una población sureña, Atticus Finch es un abogado que defiende a un hombre negro acusado de haber violado a una mujer blanca. Aunque la inocencia del hombre resulta evidente, el veredicto del jurado es tan previsible que ningún abogado aceptaría el caso, excepto Atticus Finch, el ciudadano más respetable de la ciudad. Su compasiva y valiente defensa de un inocente le granjea enemistades, pero le otorga el respeto y la admiración de sus dos hijos, huérfanos de madre. Adaptación cinematográfica de la novela homónima de Harper Lee.

Valentina, joven modelo que comienza a ser conocida, ha atropellado con su coche a Rita, una perra que esperaba cachorros. Después de curarla, intenta devolverla a su dueño. Asi conocerá a un hombre mayor, juez jubilado, que rechaza al animal. Valentina descubre que está obsesionado por una enfermiza afición: espiar a todo el mundo.

Dos monjes viven en un monasterio aislado. Bajo la atenta mirada del más viejo, el más joven ve pasar las estaciones de la vida. Primavera: un niño monje se ríe de una rana que intenta librarse de una piedra que tiene en la espalda. Verano: un monje adolescente conoce el amor. Otoño: un monje de treinta años intenta hacer algo que va contra su naturaleza. Invierno: el monje está próximo a la vejez y alguien llega al monaterio. Primavera: el viejo monje conversa con la naturaleza; cerca de él juega un niño monje

Érase una vez... un castillo donde vivía un inventor que dedicó parte de su vida a crear una criatura perfecta a la que llamó Edward. Pero el inventor murió de repente y dejó incompleta su creación, ya que en vez de dedos tenía unas horribles manos con hojas de tijera. El pobre Edward vivía sólo en el castillo hasta que una encantadora joven, que trabajaba para la firma Avon, lo llevó a su casa junto con su familia. Pero una criatura tan especial como Edward no estaba preparada para vivir en una ciudad tan extravagante y falsa como Suburbia.

Una joven solitaria hace un trabajo mecánico y rutinario en una fábrica de cerillas. Cuando llega a casa debe soportar a su perverso padrastro y la falta de cariño de su madre. Por las noches sale a bailar intentando divertirse y encontrar pareja, pero nunca tiene suerte.

Una creación asombrosa, Limite es el único largometraje del director y autor brasileño Mário Peixoto, realizado cuando tenía solo 22 años. Inspirada en una inquietante fotografía de André Kertész en la portada de una revista francesa, esta obra maestra muda de vanguardia se centra en un hombre y dos mujeres perdidos en el mar, cuyo pasado se revela a través de flashbacks impulsados ​​por la música de Erik Satie, Claude Debussy, Igor Stravinsky. , y otros. Limite, uno de los primeros trabajos del cine sudamericano independiente, fue famosamente difícil de ver durante la mayor parte del siglo XX. Es un logro pionero que continúa cautivando con su poesía visual atemporal.

En 1962, Calvin Webber (Christopher Walken), un brillante aunque algo paranoico científico, vivía con su esposa Helen (Sissy Spacek) en Los Ángeles. En plena crisis de los misiles de Cuba, un avión sufre un accidente cerca de la casa de los Webber, que, convencidos de que ha estallado una guerra nuclear, se guarecen en un refugio construido por Calvin. 35 años después su hijo Adam (Brendan Fraser), nacido en esa especie de cápsula temporal, sale a la superficie para comprobar si la Tierra sigue siendo apta para la vida humana.

Ambientada a mediados de la década de los ochenta, en plena guerra fría, narra los devastadores efectos de un holocausto nuclear en la vida de los habitantes del pequeño pueblo norteamericano de Lawrence, Kansas. Sus habitantes hacían vida normal, muchos de ellos ajenos a la creciente tensión entre la Unión Soviética y los Estados Unidos -junto al resto de los países de la OTAN- por un conflicto en Berlín. Pero cuando la guerra estalla, la cercanía de Lawrence a una base de misiles nucleares americanos firmará la sentencia de muerte a la mayoría de sus habitantes

¿Qué ha empujado a Jeliza-Rose a trasladarse desde Los Angeles a una granja tejana? ¿Por qué su padre, ex guitarrista de rockabilly, ya no le habla? ¿Y quién hace todo ese ruido en el ático? Jeliza-Rose huye de su cruel infancia, dejándose arrastrar por su viva imaginación, para configurar así un mundo ficticio en el que las luciérnagas tienen nombre, los hombres de barro despiertan al atardecer, tiburones monstruosos nadan por las vías del tren y cabezas seccionadas de Barbies comparten sus aventuras.  

Cuando Quoyle, un hombre solitario y desdichado, pierde a su esposa, de la que estaba separado, en un accidente de coche, decide abandonar Nueva York y trasladarse con su tía y su hija a un pequeño puerto pesquero de Terranova, la tierra natal de sus antepasados. Allí consigue trabajo como reportero en el periódico local y, a medida que pasa el tiempo, se siente cada vez más identificado con el paisaje y más a gusto consigo mismo. Además, poco a poco, surgirá un romance entre él y Wavey, una mujer que también tiene que combatir los fantasmas del pasado.

Saiva, una joven que se ha hecho a sí misma desde niña, viaja de lugar en lugar junto a su hija adoptiva, Anja, evitando al resto de los humanos. Cazan animales salvajes para alimentarse y cosen sus propias ropas con las pieles. Por las noches, Saiva cepilla el cabello de Anja a la vez que ésta le frota los pies; juntas se abrazan en una misma cama. Cuando Saiva ve a un hombre, Loki, paralizado en la tundra, ignora todo lo que ella misma había advertido a Anja sobre qué hacer con los extraños (como, por ejemplo, cortarles el cuello). Por contra, le cuida para sanarle. Pero la posibilidad de la presencia masculina de Loki en su acogedora tienda pronto hace que las dos mujeres compitan por su atención y su atracción física, convirtiendo su estancia en un terrible acto de venganza.

El exdramaturgo Kosuke Takasuke decide dejar la ciudad para vivir tranquilo alejado de la sociedad, pero todo cambia cuando conoce a Shiori, quien se interesa inmediatamente por él.

En una pequeña comunidad minera en el norte de Suecia, un grupo de jóvenes a punto de dar el salto en la edad adulta luchan con ellos mismos y el mundo que los rodea, mientras que el suelo tiembla literalmente bajo sus pies.