Hombres y mujeres homosexuales de avanzada edad hablan sobre sus vidas y cómo han lidiado con su sexualidad en una Francia que en su momento les rechazó.

Adriana, Silvia y Doris viven en compañía de Victoria, que resulta ser un travesti a quien respetan. Su negocio es la venta de vídeos eróticos que fabrican ellas mismas. Carlos va a la tienda en busca de Silvia, su mujer, que un día le abandonó. Viene dispuesto a quemar la tienda, pero se enamora de Victoria.

Cien años después, las condenadas siguen en su cripta entregadas a toda clase de juegos y placeres. Ignoran que un ángel exterminador ha sido enviado por el Señor para acabar con tanto desenfreno y aplicarles un castigo ejemplar.