Luxo Jr. sigue descubriendo el mundo que le rodea; en esta ocasión aprendiendo a dar sorpresas y la diferencia entre ligero y pesado.

Un hombre toca una pieza de Bach al piano (la que da nombre al cortometraje) mientras el escenario reacciona a la melodía.

Todas las mañanas, Theo, la torre-depósito de agua, se pone a llorar, perturbando la tranquilidad del pueblo. Robert y su perro intentan animarlo con una canción. Pero a Theo no le apetece cantar e intenta escapar, lo que les llevará a los tres hasta la ciudad.