Deren filma al bailarín Talley Beatty durante la ejecución de una danza compleja y rítmica a través de diferentes escenarios que nunca parecen estar separados. El film se realiza con un trabajo especial para la cámara, es decir, el estudio del cuerpo y del espacio físico están pensados para la cámara. El montaje y la edición terminan de configurar una obra en la cual el bailarín parece que se encuentra en un sinfín de escenarios, como un bosque o una sala de una casa.