La película oficial de la Copa Mundial de la FIFA Chile 1962. Desde la violencia hasta la belleza, desde La Batalla de Santiago hasta la magia de Garrincha, esta es la historia de una Copa Mundial de la FIFA memorable. ¿Le gustan las películas que combinan violencia y belleza? Si es así, Viva Brasil es para usted. Chile 1962 fue una de las copas más sangrientas de la historia, con La Batalla de Santiago como la más destacada dentro de una enorme serie de batallas. El torneo también estuvo repleto de glamour y finalmente quedó en manos de los sudamericanos. Marcos Coll convirtió un gol olímpico en la milagrosa remontada de Colombia para empatar 4-4 con Unión Soviética, vigente campeona de Europa; Chile dio una sorpresa tras otra para terminar en el tercer puesto, y Garrincha y Brasil desfilaron para ganar su segunda Copa Mundial de la FIFA™ consecutiva.

El director del documental interrumpe los rodajes de 5 películas que se realizan en Chile en 1984, para preguntar a cada director cuál es el sentido de lo que están haciendo, en un tiempo en que hacer cine en Chile está casi prohibido.

La casa del realizador tiene una puerta que da a la vereda. Esta puerta separa el interior del exterior. El interior contiene la historia personal del realizador y su mundo de objetos, pensamientos e imaginaciones. El espacio exterior contiene la ciudad de Santiago de Chile. Las historias del mundo interior de la casa son interrumpidas cuando desconocidos tocan el timbre y de ese modo entran en la película.

Las dunas de Concón (Chile) pasan por una metamorfosis, donde el desenfrenado crecimiento urbano está reemplazando lo natural de forma irreversible. Frente a los ojos de los diversos habitantes de la duna lo identitario del lugar se desvanece. “Arena” retrata el habitar de las especies, la saturación de los espacios producida por el ser humano, y el choque entre la arena, el agua y el concreto.

Juan de Dios Sierra y Velásquez o Fray Crisógono (su nombre religioso) fue un sacerdote colombiano formado en Bélgica, que llegó a las tierras de Atacama en el año 1921, allí los pobladores lo llamaron "Padre Negro" por el color de su piel. Aún después de 100 años desde su llegada, las nuevas generaciones lo recuerdan por su gran calidez humana y espíritu misionero.

Un día de protestas en el centro de Santiago.