Maryann (Natasha Calis) se muda con sus abuelos cuando se queda huérfana. Desesperadamente sola, la preadolescente se quiere hacer amiga de un chico del vecindario enfermo terminal y que está encamado (Charlie Tahan), a pesar de la desaprobación de su madre (Samantha Morton). La persistencia de Maryann continúa, y en una serie de visitas secretas se va dando cuenta de que algo siniestro ocurre en la casa.

En un último intento por unir a su familia, la neoyorquina Adelle viaja con su joven hija Sarah a Gales para ver a su ex marido James y tratar de recomponer sus vidas en el entorno de una vieja granja en lo alto de un acantilado. Pero las peores pesadillas de Adelle se hacen realidad cuando, unos días después, Sarah es trágicamente arrastrada por el mar, tragada por las oscuras profundidades a pesar de los desesperados intentos de su madre por salvarla. Mientras James dirige la búsqueda del cuerpo de Sarah, una Adelle atormentada por la culpa se ve acechada por visiones y rastros de su hija -es casi como si Sarah estuviese atrapada en algún lugar de la propia casa. Al enterarse de una antigua leyenda local sobre un lugar llamado The Dark -un mundo etéreo de los muertos que es un reflejo distorsionado del mundo real- Adelle se convence de que Sarah está tratando de comunicarse con ella desde este siniestro universo paralelo.