Hong Kong, 1962. Chow, redactor jefe de un diario local, se muda con su mujer a un edificio habitado principalmente por gentes de Shanghai. Allí conoce a Li-zhen, una joven que acaba de instalarse en el mismo edificio con su esposo. Ella es secretaria de una empresa de exportación y su marido está continuamente de viaje de negocios. Como la mujer de Chow también está casi siempre fuera de casa, Li-zhen y Chow pasan cada vez más tiempo juntos y se hacen muy amigos. Un día, ambos descubrirán que sus respectivos cónyuges los están traicionando.
La fría y calculadora esposa del propietario de una plantación de caucho en Malasia asesina a un hombre, supuestamente en defensa propia. Pero, de repente, aparece una comprometedora carta cuyo contenido echa por tierra la versión de los hechos de la protagonista.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), un grupo de prisioneros sobrevive a duras penas en un campo de concentración de Singapur. Cada uno tiene sus propios métodos, como King Rat, que se dedica al mercado negro y es despreciado por sus compañeros, aunque todos le necesitan.
Ling (Yeo Yann Yann) es una chica procedente de Malasia que da clases de mandarín en un instituto de Singapur donde su labor es poco apreciada. Tienen pocos motivos para ser feliz: ella y su marido han pasado los últimos ocho años intentando concebir un hijo, un proceso que ha erosionado notablemente su relación. De hecho, su marido apenas pasa ya tiempo en casa, por lo que Ling se tiene que ocupar prácticamente en solitario de su suegro enfermo. Una inesperada fuente de comfort aparece en la figura de Wei Lun (Koh Jia Ler), el único estudiante de su clase al que parece interesarle la materia.
Josh Mallon (Crosby) es un millonario que, harto de esa vida, escapa de su dominante padre (Charles Coburn) y, junto a un vagabundo (Bob Hope), viaja hasta Singapur donde encontrará a una atractiva nativa (Dorothy Lamour) que trabaja en un cabaret para un individuo con pocos escrúpulos (Anthony Quinn).