Tras muchos años de ausencia, los tres hijos mayores de Katie Elder regresan a su pueblo natal para asistir al funeral de su madre. Pronto averiguarán que su padre murió asesinado después de perder su rancho en una partida de cartas. A partir de ese momento, no descansarán hasta encontrar al asesino y recuperar sus propiedades.
Texas, 1880, años agitados tras la Guerra Civil estadounidense. El famoso juez Roy Bean (Walter Brennan), caprichoso y de singular moralidad, cabecilla de los ganaderos, y autodenominado "la única ley al oeste de Pecos", acusa falsamente a un forastero llamado Cole Harden (Gary Cooper) de robar un caballo. Condenado a la horca tras el juicio, Cole Harden ideará un plan para librarse de la muerte: el juez siente una tremenda admiración por una famosa actriz a la que el sentenciado a muerte dice conocer.
Joe es un indio Navajo que quiere vengar la masacre que ha sufrido su tribu y en la que también ha sido asesinada su mujer. Para empezar, y con la ayuda de unas coristas y un pianista, Joe impide que la banda responsable del exterminio, dirigida por el temible Duncan, pueda desvalije un tren lleno de dinero.
El Sheriff Halliday no aprueba que sus hijos salgan o se casen con mestizos y su odio ciego amenaza con destruir toda su familia.
Dos vaqueros veteranos y trotamundos (Glenn Ford y Henry Fonda) intentan establecerse y dejar de trabajar, aunque nunca lo consiguen por una u otra razón.