En este breve documental, Cristina, de 37 años, lucha con valentía contra el cáncer mientras se esfuerza por animar a los demás a que disfruten del presente.

Poco antes de la caída de la República Democrática Alemana, Helke Misselwitz recorrió el país en tren entrevistando a mujeres de diferentes edades y entornos. En este magistral y revolucionario documental, hermosamente filmado en blanco y negro por Thomas Plenert, y con el paisaje y la arquitectura de la Alemania del Este como fondo, las mujeres revelan sus frustraciones personales y profesionales, sus deseos y aspiraciones, y al hacerlo retratan una sociedad cambiante. Sus historias cuestionan la afirmación de que Alemania del Este había alcanzado la igualdad de género, socavando la imagen oficial de las mujeres. Al mismo tiempo, una nueva independencia hace que estas hablen abiertamente sobre sus vidas como nunca antes se había filmado.

Henry Darger (1892-1972) ha trabajado toda su vida en empleos de baja categoría en Chicago. Vivía solo y en situación de pobreza, no tenía amigos o familiares cercanos. Pasaba sus horas libres en soledad, entonces se entretenía trabajando en una novela ilustrada de 15.000 páginas titulada "Los Reinos de lo irreal". Su trabajo fue descubierto sólo después de que Darger fuera trasladado a un hospital en los últimos días de su vida. También escribió Darger revistas y una autobiografía. El documental usa entrevistas con los vecinos de Darger y la narración de pasajes de su novela, junto con sus ilustraciones, para explorar su mente y obra.

Kawase, obsesionada por el abandono que sufrío a su nacimiento, se busca en su abuela (que la adoptó), en su madre, en su padre,... y acaba intentando exhortizar todos esos fantasmas...

Amanda, una fotógrafa divorciada, se verá inmersa en una experiencia tipo "Alicia en el País de las Maravillas" cuando su poco inspirada vida comenzará a sufrir sorprentedentes cambios que le hacen cuestionarse aspectos fundamentales de su vida. (FILMAFFINITY)

Veinticinco cineastas, uno por cada estado de la Unión Europea, realizaron una película sobre sus respectivos países. Todas tenían el mismo presupuesto, debían estar ambientadas en el presente o en un futuro inmediato y durar cinco minutos. No había otras limitaciones, de modo que los autores tenían plena libertad para expresarse. Entre los directores figuran tanto nombres consagrados como voces nuevas dentro del panorama cinematográfico. Cada corto tiene su propia identidad, por lo que es posible establecer comparaciones fascinantes; pero, además, juntos ofrecen una imagen global de la Comunidad Europea a través de la fusión de esas distintas visiones conceptuales y creativas.