Durante el descanso de Navidad, las chicas de una fraternidad se preparan para retornar con sus familias, pero antes deciden hacer una fiesta. Durante la misma, las jóvenes reciben llamadas extrañas de un acosador, quien hace sonidos escalofriantes y se oyen diferentes voces, así como frases obcenas. Posteriormente, una de las chicas desaparece.

Una investigadora privada se ve obligado a formar una peligrosa alianza con un asesino. Intentarán descubrir el origen criminal de un pueblo tranquilo y limpiar el nombre de su mentor, quien está implicado en los crímenes.

El FBI tiene un programa de entrenamiento para los agentes de la unidad de perfiles psicológicos (Mindhunters) para enseñarles a seguir la pista a los asesinos en serie. Un grupo de agentes está a punto de terminar el duro curso de instrucción. Sólo les queda una última prueba: pasar un fin de semana en una isla remota resolviendo un crimen ficticio, pero lo que ninguno sabe es que entre ellos hay un asesino en serie, entrenado en las técnicas más modernas de asesinato y acostumbrado a pensar a mayor velocidad que ellos. Lentamente, metódicamente, el asesino los va eliminando uno a uno. A medida que se producen los crímenes, los agentes empiezan a desconfiar los unos de los otros, de manera que todos están bajo sospecha y en peligro mortal.

Una joven que busca empleo acaba encontrando algo de camarera en un restaurante. Lo que no se espera es que este trabajo tenga complicaciones.

Cuando varios miembros del club de motociclistas fuera de la ley de GraveDiggers son asesinados, el detective Stone ( Ken Shorter ) de Sydney es enviado a investigar. Dirigidos por el Undertaker (Sandy Harbutt), un veterano de la guerra de Vietnam, los GraveDiggers permiten que Stone se haga pasar por un miembro de una pandilla. Dejando atrás a la novia de la sociedad Amanda ( Helen Morse ), Stone comienza a identificarse con Undertaker y sus compañeros Hooks ( Roger Ward ), Toad ( Hugh Keays-Byrne ), Dr. Death ( Vincent Gil ), Capitán Midnight ( Bindi Williams ), Séptico ( Dewey Hungerford) y Vanessa ( Rebecca Gilling), la novia del Undertaker. En medio de enfrentamientos violentos con los Black Hawks, una pandilla rival a la que los GraveDiggers consideran responsable, Stone descubre una conspiración política detrás de los asesinatos. Cuando se revela la verdad, Stone debe elegir entre su trabajo y su lealtad a los GraveDiggers.

Una voraz criatura zombi se abre paso a través de un bosque aislado.

Obligada a introducirse en una habitación con 13 desconocidos, Tonya descubre que acaba de convertirse en la última concursante de un juego mortal. Retenidos mediante collares electrónicos mortales, los catorce participantes deberán utilizar su ingenio para encontrar una salida y el porqué de su reclusión. Uno a uno serán aniquilados, y con cada cuerpo aparecerá una nueva pista. ¿Quien está jugando con ellos?