Una joven ciega dominada por su madre conoce un día en el parque a un hombre con el que intima; lo que ignora es que se trata de un hombre de raza negra.
Napoleón (Cantinflas) un honesto barrendero público, se convierte en el único testigo del robo de un valioso cuadro, ya que los rateros, al verse perseguidos por la policía esconden la pintura en un cubo de basura que nuestro héroe debe recoger. El lío comienza para el protagonista cuando es perseguido por los bandidos que intentan averiguar a toda costa dónde se encuentra el famoso cuadro, obligándole a decir el paradero del mismo. Pero aquí no terminan las peripecias, ya que al ser asesinado el anticuario, las sospechas recaen sobre Napoleón.
El joven Hsiao Kang, excéntrico e introvertido, abandona la aldea donde vive con sus padres y se traslada a la deslumbrante Taipei. Allí se ve arrastrado a la vida en las calles de la ciudad y sus salas de máquinas. Muy pronto su vagabundeo le hará encontrarse por azar con Ah Tze, un joven delincuente que corteja a la bella Ah Kuei, que trabaja en la sala de patinaje sobre hielo. Hsiao Kang verá su vida perversa e indisolublemente ligada a la de Ah Tze y su novia Ah Kuei, a los que acechará desde las sombras.
Sin decir adiós narra la historia del reencuentro entre Álex y Marina. En él se harán presentes los fantasmas del pasado que los separaron un año atrás.
Frank -un rudo irlandés ex-capitán de marina- y Walter -un barbero cubano retirado- son dos ancianos solitarios que se conocen en un parque de Florida, donde mantienen largas charlas sobre sus recuerdos, ideales e ideas. Aunque son muy distintos, hay algo que les une irremediablemente: el miedo a la soledad.
Mitch es uno de los veteranos de la guerra de Vietnam que, al regresar a casa tras defender a su país, no encuentra la acogida que esperaba. Sin trabajo, su matrimonio se rompe y ni siquiera tiene dinero para pasar la pensión a su hijo. Todos sus conocidos tienen los mismos problemas y, cuando su mejor amigo se suicida, Mitch decide actuar y llamar la atención sobre las dificultades de la reinserción. Su plan: tomar Central Park por un espacio de 72 horas en el aniversario del Día de los Veteranos de Vietnam.
El tema de los idilios en el parque ya tratado en películas anteriores, con sus cortejos, alegrías y caídas en el lago. Alboroto con un policía y con un marino que había aparecido en la película The Face on the Bar Room Floor.
Durante una semana de verano, una serie de originales personajes coinciden en el parque de una gran ciudad. Leticia, la encargada del párking, mantiene una estrecha y fogosa relación con un anónimo interlocutor a través de su emisora de radio. Iñaki y Moisés, dos discípulos de la Iglesia de los Santos Lázaros Resucitados conocen a Amaia, una chica de dieciséis años de la que Moisés se enamora. Silvio es un irónico jubilado que se pasa las horas en el parque en compañía de sus libros infantiles, sus cigarrillos y una moderna bicicleta que su nuera le ha comprado para que haga ejercicio. Gallo se prepara concienzudamente para jugar una partida de damas contra el mejor jugador del mundo. Estos personajes y otros como Pako y Remi, que regentan el bar del parque, o Braulio, el barquillero, se verán implicados, sin saberlo, en el resultado de esa partida.