Un ladrón de bancos, Clay Shelton, es sentenciado a muerte por el asesinato de uno de los policías que le detuvo. Instantes antes de ser ahorcado, profetiza que todos los que tuvieren alguna relación con su muerte serán a su vez ejecutados por él quien llama “El brazo de la Horca”. Nadie se toma en serio sus palabras, pero poco tiempo después se producen varios accidentes mortales, y perecen el fiscal que lo acusó, el juez que le condenó y el verdugo que le ejecutó. Algunos testigos señalan la presencia de un desconocido con la mano alzada en forma de garra, exactamente como Shelton había predicho. Otros afirman haber reconocido al mismo Shelton. ¿Se trata de su fantasma o de un doble? Mientras el pánico se extiende entre el resto de los supervivientes, el inspector Long está seguro de que las muertes tienen un origen racional y no sobrenatural, y para asegurarse abre la tumba de Shelton...

Un asesino en serie encapuchado inventa una nueva forma de asesinar a sus víctimas: las azota hasta la muerte con un látigo. La policía intentará detenerlo antes de que cometa más asesinatos.

El anciano Lord Lebanon, que siempre fue muy aficionado a las bromas, acaba de morir en su remoto castillo escocés. Su abogado Tanner reúne a los herederos y les lee la voluntad del fallecido Lord: deberán permanecer durante seis días y sus noches en el castillo, con el fin de que entre ellos se reconcilien. Si lo consiguen se dará lectura al testamento definitivo. Aunque la disposición no agrada, todos los presentes aceptan por la ambición de no perder su parte de la herencia. Una tormenta les deja sin luz ni teléfono, quedando aislados del exterior y, poco tiempo después, empieza una serie de estrangulamientos en los que se utiliza un pañuelo indio. Tanner inicia las investigaciones, pero también podría ser la próxima víctima... o el mismo asesino.

Un asesino en serie llamado El Tiburón aterroriza Londres matando a sus víctimas con un arpón y luego, vestido con un traje de buzo, utiliza los túneles del alcantarillado de la ciudad para escapar.

La finca del emigrante americano Abel Bellamy (Gerd Fröbe) está embrujada por el fantasma del Arquero Verde, un tipo de Robin Hood del siglo XIV que aterrorizaba a los antiguos propietarios. Ahora, que el gángster vuelve a casa por asuntos poco claros y su sobrina Valerie (Karin Dor) viene con su padre adoptivo para establecerse en la mansión colindante, para disgusto de Bellamy, el arquero ha vuelto. ¿Quién es y qué quiere?

Las marionetas vivientes consiguen revivir a su creador, Andrè Toulon, pero para mala suerte este renace en los momentos previos a su muerte y su obsesión por resucitar a su esposa Elsa. Ahora acechan a un grupo de parapsicólogos que investigan un viejo hotel. ¿Qué estarán tramando estas marionetas y qué quiere Toulòn en realidad?.

Un asesino desconocido, que usa una media negra para ocultar su rostro, deja un puñado de narcisos amarillos en la escena de sus crímenes. Es la séptima película de Edgar Wallace producida por Rialto y está basada en la novela de Wallace "The Daffodil Mystery".

Un hábil falsificador de libras esterlinas tiene en jaque a la policía inglesa. Ajeno a ello, Peter Clifton, un joven millonario, se casa con Jane, sobrina de un célebre pintor, y la pareja inicia su vida común en la mansión de Longford Manor, cerca de Londres. Ambos parecen haber olvidado el desagradable incidente del día de la boda, cuando Basil Hale, un antiguo pretendiente de Jane, interrumpió la ceremonia. Pero extraños sucesos ocurren en la mansión: una noche Jane descubre a su marido junto a una prensa de imprimir, y cuando se hace de día Peter, amnésico, se despierta sin recordar nada de la noche, y en su habitación encuentra un martillo y una camisa con manchas de sangre. El misterio sigue en aumento.

Un detective de Scotland Yard está persiguiendo a un asesino lanzador de puñales por todo Londres. Sus pesquisas le llevan hasta un club nocturno y a un misterioso doctor que trafica con drogas.

Un policía colonial británico en África investiga un asesinato en un hospital río arriba.

En la ciudad africana de Akasawa se ha descubierto una extraña sustancia que ciega a las personas. Varias personas, representando diferentes intereses internacionales, combaten por hacerse con ella y un agente del servicio británico llega para investigar el caso, con el pretexto de hacer turismo.