Oskar Schindler, un hombre de enorme astucia y talento para las relaciones públicas, organiza un ambicioso plan para ganarse la simpatía de los nazis. Después de la invasión de Polonia por los alemanes, consigue, gracias a sus relaciones con los nazis, la propiedad de una fábrica de Cracovia. Allí emplea a cientos de operarios judíos, cuya explotación le hace prosperar rápidamente. Su gerente, también judío, es el verdadero director en la sombra, pues Schindler no tiene el menor conocimiento industrial.
Varsovia, 1939. El pianista polaco de origen judío Wladyslaw Szpilman (Adrien Brody) interpreta un tema de Chopin en la radio nacional de Polonia mientras la aviación alemana bombardea la capital. El régimen nazi ha invadido el país, y como hace en otros países invadidos, lleva a cabo la misma política con respecto a los judíos. Así Szpilman y toda su familia -sus padres, su hermano y sus dos hermanas- se ven obligados a dejar su casa y todo lo que les pertenece para trasladarse con miles de personas de origen judío al ghetto de Varsovia. Mientras Wladyslaw trabaja como pianista en un restaurante propiedad de un judío que colabora con los nazis, su hermano Henryk (Ed Stoppard) prefiere luchar contra los nazis. Pero tres años más tarde, los habitantes del ghetto son trasladados en trenes hacia campos de concentración.
C.R. MacNamara, un alto directivo destinado en Berlín Occidental, recibe el encargo de cuidar de la hija de su jefe durante una de sus visitas. Cuando MacNamara se entera de que la chica se ha escapado y ha contraído matrimonio con un exaltado joven comunista, y de que su jefe estará de vuelta en tan solo veinticuatro horas, no le queda más remedio que transformar al reacio revolucionario en un yerno digno; de lo contrario, ya puede despedirse de su ascenso. Pero en menos de lo que se tarda en decir "un, dos, tres", sus planes se le escapan de las manos y provocan un incidente internacional capaz de enfadar a los rusos, a los alemanes y, lo que es peor, a su propia esposa, que ya está con la mosca detrás de la oreja.
Finales de la Segunda Guerra Mundial. Un hombre herido viaja en una caravana por una carretera de Italia, pero su estado es tan grave que se tiene que quedar en un monasterio deshabitado y semiderruido, donde se encarga de cuidarlo Hana, una enfermera canadiense. Su cuerpo está totalmente quemado a consecuencia de un accidente sufrido en África, pero todavía tiene tiempo para contarle la trágica historia de su vida.
María, una joven de 17 años, en una pequeña población al norte de Bogotá. Ella y Blanca trabajan en una gran plantación de rosas preparando las flores para la exportación. La única distracción de María son los bailes a los que acude cada fin de semana con su novio Juan. Un día, para sorpresa de su familia, abandona su trabajo y decide irse a Bogotá. Lo que nadie sospecha es que María está embarazada. Durante el viaje, se encuentra con un conocido que le habla de su lucrativo trabajo como correo en el tráfico de drogas y la convence para que ella y su amiga Blanca se unan a la banda.
Sondra Pransky (Scarlett Johansson), una estudiante americana de periodismo, se encuentra en Gran Bretaña visitando a unos amigos. Durante su estancia en Londres, acude a un espectáculo de magia, donde un ilusionista (Woody Allen) la invita a subir al escenario para hacerla desaparecer. Mientras espera que el mago ponga en práctica su truco, recibe la visita del fantasma de un prestigioso periodista muerto (Ian McShane), que ha venido desde el más allá para servirle en bandeja la exclusiva del año. El espíritu afirma que Peter Lyman (Hugh Jackman), el rico y atractivo hijo de un conocido aristócrata británico, es en realidad el famoso asesino en serie conocido como "el asesino del tarot".
Cuando descubre que el coronel Trautman ha caído en manos soviéticas en Afganistán, Rambo regresa al servicio para intentar liberar a su amigo. Después de contactar a la resistencia afgana, entra en la zona sitiada por las tropas enemigas…
Hollywood, 1942. El gobierno estadounidense presiona al director de cine de origen húngaro Michael Curtiz, que está a punto de concluir el rodaje de «Casablanca», para que acentúe el mensaje propagandístico de la película con el fin de que la opinión pública se incline a favor de la intervención del país en la guerra europea.