Forrest Gump es un chico con deficiencias mentales no muy profundas y con alguna incapacidad motora que, a pesar de todo, llegará a convertirse, entre otras cosas, en un héroe durante la Guerra del Vietnam. Su persistencia y bondad le llevarán a conseguir una gran fortuna, ser objeto del clamor popular y a codearse con las más altas esferas sociales y políticas del país. Siempre sin olvidar a Jenny, su gran amor desde que era niño.

En 1939, a punto de estallar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el extravagante Guido llega a Arezzo, en la Toscana, con la intención de abrir una librería. Allí conoce a la encantadora Dora y, a pesar de que es la prometida del fascista Rodolfo, se casa con ella y tiene un hijo. Al estallar la guerra, los tres son internados en un campo de exterminio, donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible situación que están padeciendo es tan sólo un juego.

Randle McMurphy (Jack Nicholson), un violador de espíritu libre, que vive contracorriente, es recluido en un hospital psiquiátrico. La inflexible disciplina del centro acentúa su contagiosa tendencia al desorden, que acabará desencadenando una guerra entre los pacientes y el personal de la clínica con la fría y severa enfermera Ratched (Louise Fletcher) a la cabeza. La suerte de cada paciente del pabellón está en juego.

Una mujer usa los servicios de una empresa para borrar de su memoria todo recuerdo de su ex pareja. Ofendido, el hombre intenta hacer lo mismo que ella, pero el proceso no sucede según lo esperado y el protagonista debe atravesar la gigantesca marea de recuerdos de su propio cerebro para recomponer las cosas.

Érase una vez... un castillo donde vivía un inventor que dedicó parte de su vida a crear una criatura perfecta a la que llamó Edward. Pero el inventor murió de repente y dejó incompleta su creación, ya que en vez de dedos tenía unas horribles manos con hojas de tijera. El pobre Edward vivía sólo en el castillo hasta que una encantadora joven, que trabajaba para la firma Avon, lo llevó a su casa junto con su familia. Pero una criatura tan especial como Edward no estaba preparada para vivir en una ciudad tan extravagante y falsa como Suburbia.

Los Hoover son una familia conflictiva: el abuelo esnifa cocaína y suelta palabrotas, el padre da cursos sobre el éxito con estrepitoso fracaso, la madre no da abasto, el tío se recupera de un suicidio frustrado al ser abandonado por su novio, el hijo adolescente lee a Nietzsche y se niega a hablar, y la hija pequeña, Olive, gafotas y ligeramente gordinflona, quiere ser una belleza. Cuando un golpe de suerte lleva a Olive a ser invitada a participar en el muy competitivo concurso de 'Pequeña Miss Sunshine' en California, toda la familia Hoover se reúne para ir con ella. Se apilan en su oxidada furgoneta Volkswagen y se dirigen hacia el Oeste en un trágicómico periplo de tres días lleno de locas sorpresas que les lleva al gran debut de Olive, el cual cambiará a esta familia de inadaptados de una forma que nunca hubieran imaginado.

Berlín, octubre de 1989. Unos días antes de la caída del Muro, la madre de Alex, una mujer orgullosa de sus ideas comunistas, entra en coma. Cuando despierta ocho meses después, su hijo hará lo posible y lo imposible para que no se entere de que está viviendo en una Alemania reunificada y capitalista. Su objetivo es convertir el apartamento familiar en una isla anclada en el pasado, una especie de museo del socialismo en el que su madre viva cómodamente creyendo que nada ha cambiado.

Vada Sultenfuss es una niña obsesionada con la muerte. Su madre ha muerto y su padre dirige una funeraria. Además está enamorada de su profesor de inglés y se apunta a unos cursos de poesía en verano sólo para impresionarle. Thomas J., su mejor amigo, es alérgico a todo. Cuando el padre de Vada contrata a Shelly -una experta maquilladora- para su negocio, comienza a enamorarse de ella. Pero Vada se enfada e intentará hacer todo lo posible por torpedear la relación.

Lars (Ryan Gosling), un joven enormemente tímido y dulce que vive en una pequeña localidad junto a su hermano (Paul Schneider) y su cuñada (Emily Mortimer), lleva por fin a casa a Bianca, la chica de sus sueños. El problema es que Bianca es una muñeca que encargó por Internet, aunque Lars la trata como si fuera una persona real. Alentados por una doctora (Patricia Clarkson), y en un esfuerzo por comprenderle, su familia decide seguir con la fantasía de Lars, de la que pronto acabará participando todo el pueblo.

Andrew Largeman (Braff) vuelve a su casa natal, en Nueva Jersey, después de diez años de ausencia para asistir al funeral de su madre. Allí rememora su pasado y conoce a una chica, Samantha (Portman), que quizá pueda cambiar su vida. Largeman, que acaba de dejar los antidepresivos que ha estado tomando durante años, comienza a redescubrirse a sí mismo, lo que incluye enfrentarse a su padre, psicólogo, y ayudar a Samantha a superar sus propios problemas pisicológicos.

Una familia inglesa prepara el funeral del patriarca. La tensión crece a medida que las antiguas rencillas entre los hijos surgen de nuevo. La aparición de un desconocido que afirma que el difunto ocultaba un oscuro secreto sólo empeora las cosas, lo que obliga a la familia a tomar medidas drásticas para evitar que el funeral se convierta en un desastre total.

La odisea personal de Schmidt comienza cuando su esposa muere inesperadamente. Días después, revisando los objetos personales de su mujer, descubre unas cartas que demuestran que hace veinticinco años tuvo una aventura con su mejor amigo. Destrozado, Schmidt decide adelantar su viaje a Denver, donde se casa su hija. Entonces comienza una odisea llena de encuentros, sorpresas, situaciones cómicas y también agridulces. Al igual que su vida, es un viaje lleno de frustraciones, rechazos, humillaciones y fracasos. Schmidt se da cuenta de que nunca ha hecho nada destacado en la vida, ni tampoco ha hecho nada por mejorar la vida de los demás... hasta que recibe una carta del pequeño Ngudu Ubu.

Richard, un solitario y bienintencionado funcionario de prisiones, recibe el encargo de leer y censurar las cartas que reciben los reclusos.