El conde Vronsky, joven y apuesto oficial, se enamora perdidamente de Anna Karenina, esposa de un alto funcionario de San Petersburgo. Cuando se conocieron en una estación de tren, un guardavías murió arrollado por un tren, y Anna interpretó este hecho como un mal augurio. Como el marido de Anna se niega concederle el divorcio, deciden vivir juntos, pero, a partir de ese momento, se verán marginados por la sociedad a la que pertenecen.

Bruno y Mirella se casan en 1989 y viven en el pequeño pueblo de Piombino parece ser un lecho de rosas. Después de un tiempo, Bruno se lleva el saco, mientras que Brunella habla con un ídolo de la televisión local, Gerry Fumo. Cuando se da cuenta de que Bruno no puede soportar estar en el paro, se arrepiente y quiere dejar a Gerry. Es demasiado tarde: Bruno se ha enterado de todo y le pide que se vaya. Después de un tiempo, toman otro tiempo, pero pronto se dan cuenta de que su historia de amor ha terminado. Mirella regresa a la casa de sus padres y comienza a trabajar en un jardín de infantes, mientras Bruno encuentra trabajo en la playa local. Los dos comienzan a intercambiar una tierna correspondencia.

Ian es un muchacho de 17 años, proveniente de una clase media-baja de Baltimore, que se culpa del suicidio de su hermano por una conversación que tiene con él antes de su muerte.

Dallesandro interpreta a un joven y guapo yonqui que vive en un apartamento del Lower East Side de Nueva York, pero cuya adicción a la heroína le ha dejado impotente. Tras el impacto que supuso "Flesh" (1968) en la cultura neoyorquina, la factoría Warhol vuelve a producir esta cinta que repite las fórmulas de desnudos explícitos y pocos convencionalismos.

Mientras están obsesionados por apariciones fantasmales, dos padres intentan proteger a su hijo pequeño de un oscuro secreto que podría destruir a su familia.

Inglaterra, II Guerra Mundial. Sarah Miles (Deborah Kerr) es la aburrida esposa de un funcionario británico. Cuando, durante una fiesta, su marido le presenta al escritor americano Maurice Bendrix (Van Jonson), Sarah no puede evitar sentirse atraída por él. Entre ambos nace un amor apasionado que los lleva a soñar con un futuro común, pero, inexplicablemente, Sarah pone fin a la relación. Con la ayuda de un detective privado (Albert Parks), Maurice intenta averiguar por qué.