La premisa de "The Theatre Bizarre" es aparentemente sencilla: reunir a siete de los nombres más potentes operando en los márgenes independientes del terror y realizar un filme colectivo en el que cada uno dirigiría un episodio. El resultado es un carrusel del horror que por momentos parece trasladar el espíritu del grand guignol al siglo XXI. Con Udo Kier como inmejorable maestro de ceremonias entre capítulo y capítulo, nos zambulliremos en un festival de hemoglobina, miedo y náusea, que a ratos nos recordará a los cómics de la EC y otras veces al mejor Lucio Fulci. Lo dicho: siete directores y todos los colores de la oscuridad.

En el cuarto capítulo de la franquicia de terror, una joven es transportada a otra dimensión donde se esconden los espíritus y los demonios. Mientras lucha por su vida en la noche de Halloween, se ve obligada a enfrentar sus temores más oscuros.

26 letras. 26 directores. 26 maneras de morir. La idea no puede ser más simple: a cada cineasta se la adjudica una letra, y se le da total libertad para crear un cortometraje en el que la muerte juegue un papel destacado. De esta manera, se construye una antología de cadáveres exquisitos que supone, sin ninguna duda, uno de los proyectos más ambiciosos que el género ha conocido en toda su historia cinematográfica (no en vano, la producción ha atravesado quince países diferentes). El objetivo: ofrecer una panorámica ora divertida, ora siniestra, que sirva para definir todo aquello que le ha ocurrido al terror en los últimos diez años.

La película comienza con una momia como narradora de una serie de historias a cual más violenta, que tiene como telón de fondo la "batalla de los sexos" entre hombres y mujeres.

Un hombre con trastornos mentales, que compartió habitación con el fallecido Norman Bates en el asilo, hereda el legendario Motel Bates después de la muerte de Norman y trata de arreglarlo para que sea una empresa respetable.

Cuenta la leyenda del rey Bermudo de Leon, que mandó al joven Pelayo a distraer durante unos días al moro Almanzor para así poder escapar. El inteligente Pelayo lo entretuvo durante cinco días, pero cuando Almanzor se enteró de la treta, lo mató. Desde ese momento se convirtió en mártir y santo. Una vez al año cinco personas de tierras leonesas se reunen en una ermita para honrarle por lo que hizo, recitando cada una de ellas una historia; de esta manera San Pelayo les avisará de posibles desastres naturales. (FILMAFFINITY)

Una actriz de una película de terror debe salir a cenar con su director, y en esa noche, escuchar todas las historias de horror a cambio.

Liala es la primera actriz de una compañía de cómicos de la legua. De ella dependen los ingresos del grupo. Al final, sacrificará su amor por el futuro de sus amigos.