La ciudad de canales atacada por la plaga fue la cuna de tres grandes pintores y su lucha por conquistar la supremacía del arte. Descubriendo entre ellos a Tintoretto, también conocido como Il Furioso por su temperamento fuerte y su pintura de cuerpos tempestuosos, se despliega la historia de Venecia. Desde el Palacio Ducal hasta la escuela de San Roque, recorra las pinturas que lo inmortalizaron como el gran manierista de la escuela veneciana, el puente entre el renacimiento y el pathos barroco.

Partiendo de textos teatrales de "La indagación" (1965) de Peter Weiss, Soler aprovecha imágenes de sus películas industriales así como de la prensa de esa época y, a la manera de un collage fílmico, pone en evidencia las contradicciones de la sociedad del momento.