Fed Up descubre un sucio secreto de la industria alimentaria estadounidense, muchos más de nosotros de lo que nadie se podría imaginar enferma por lo que comemos. La cineasta Stephanie Soechtig y la periodista de televisión Katie Couric nos llevan a través de esta potente exposición a descubrir por qué, a pesar de la atención mediática, la fascinación del público con la apariencia, y las políticas del gobierno para combatir la obesidad en los niños estadounidenses, estos niños ahora tienen una esperanza de vida más corta que la de sus padres.

Una ácida y crítica mirada a la industria alimentaria en Norteamérica.

Documental sobre los alimentos y la globalización, sobre los pescadores y los agricultores, sobre los camioneros de larga distancia y los ejecutivos de grandes compañías, sobre la circulación de los alimentos, una película sobre la escasez dentro de la abundancia. Ofrece una visión del proceso de producción de nuestra comida a la vez que responde a la pregunta de qué tiene que ver con todos nosotros el hambre en el mundo.

Cineastas y amantes de la comida, Jen Rustemeyer y Grant Baldwin investigan el viaje de los residuos alimentarios y comprueban cómo se van generando desde la granja, pasando por el comercio mayorista y minorista, hasta llegar a su propia nevera. Después de ver los miles de millones de dólares de comida en perfectas condiciones que se desechan cada año en Estados Unidos, Jen y Grant se comprometen a dejar de comprar comida y a sobrevivir sólo de alimentos desechados. Lo que descubren es verdaderamente impactante. Con entrevistas al profesor Tristram Stuart (autor del libro "Despilfarro: el escándalo global de la comida"), el documental se centra en nuestra obsesión sistématica por las fechas de caducidad, los productos perfectos y los tamaño de las porciones y revela el meollo de este problema aparentemente insignificante que está teniendo consecuencias devastadoras en todo el mundo.

El film comienza con Moullet y su pareja desayunando bananas, huevos y atún. La pregunta que da origen al documental es: ¿de dónde provienen estos alimentos? Así, Moullet averigua qué compañías los fabrican y comienza una investigación que lo lleva a África y a Ecuador, a los orígenes de la cadena productiva del atún y la banana, respectivamente. ¿Quiénes son estos trabajadores? ¿Cuánto ganan? ¿Ganan más o menos que trabajadores franceses? ¿Qué comen? ¿Cómo viven? Moullet intenta responder estas preguntas desde una perspectiva marxista. (FILMAFFINITY)