Kitano vuelve a interpretar a Otomo, un ejecutor de la antigua familia del crimen Sanno-kai que ahora está instalado en Cores del Sur, pero cuando la banda rival Hannabishi-kai empieza una guerra en su nuevo hogar, Otomo tendrá que regresar a Japón en busca de venganza.

La acción tiene lugar en una isla de la costa sur de Corea, poblada por mujeres que viven del mar y que estructuran sus vidas según las viejas tradiciones. En esta isla se observan los elementos más primitivos de las experiencias humanas. De acuerdo con una trama aparentemente detectivesca que cuenta cómo uno de los nativos de la isla desaparece al regresar del continente, se estructuran historias paralelas que van desnudando, poco a poco, la verdad de otras misteriosas desapariciones.

Un joven actor decide dejar la interpretación y rodar un cortometraje. El pequeño equipo formado por el propio actor, el cámara y la protagonista femenina llega a la rocosa y azotada por el viento isla de Jeju. En busca de una idea, el joven actor explora los alrededores, espera a que surja la luz adecuada y observa el horizonte desde la costa. Un día vislumbra una figura entre las rocas al pie de un acantilado, lo que le incita a lanzarse e intercambiar unas palabras. Gracias a esta conversación, y a una canción de amor escrita años antes, por fin tiene una historia que contar.

Un poeta casado de Corea del Sur se enamora de un adolescente que trabaja en una tienda de donuts.