Un poético viaje por los caminos y lugares de la vieja Castilla que fueron transitados y visitados por el melancólico caballero don Quijote de la Mancha y su juicioso escudero Sancho Panza, los inmortales personajes de Miguel de Cervantes, que ofrece una representación sincera de la vida rural en la España de principios de los años treinta e ilustra la primera frase del primer artículo de la Constitución española de 1931, que proclama que España es una república democrática de trabajadores de toda clase.