Mia, una joven aspirante a actriz que compagina los castings con su trabajo de camarera, y Sebastian, un pianista de jazz que se gana la vida tocando en sórdidos tugurios, se enamoran. Pero la gran ambición por llegar a la cima en sus carreras artísticas amenaza con separarlos.

Una Carrie Fisher inteligente, irónica, bastante bocazas, con voz de cazallera y sobrepeso explica su debacle con el alcohol, las drogas y sus trastornos de bipolaridad en un monólogo brillante.