Una bailarina vive una existencia atormentada a causa de su inestabilidad afectiva, dividida entre su actual amor y el recuerdo de su primer novio, fallecido en un accidente. Juegos de verano trata del amor adolescente en el esplendor del verano.
Giulietta, que duda de la fidelidad y del amor de su marido, acude a reuniones espiritistas buscando un consejo, una verdad, una señal que le haga ver que su marido aún siente cariño por ella y que puede recuperarlo. Por casualidad, conoce a Susy, perniciosa mujer que sólo vive para el amor y que está a punto de dar al traste con las ilusiones de Giulietta
Cho, el hombre más rico de Tailandia, es asesinado por unos gangsters. Su hijo, Chaichol, furioso decide despedir a su guardaespaldas. Pero cuando Cahichol descubre que él es el siguiente objetivo de los gansters y su vida corre un serio peligro, vuelve a contratar al antiguo guardaespaldas de su padre. El único capaz de salvar su vida y enfrentarse a los gangters.
Simon (Stanislas Merhar) retiene a Ariane (Sylvie Testud) en su piso parisino e intenta saberlo todo sobre ella; no la deja salir sola y la somete a un incesante interrogatorio para poder controlar sus deseos y movimientos. A pesar de todo, Ariane consigue conservar, gracias a un cúmulo de mentiras, un espacio de libertad, tanto físico como mental. Se inspira en la obra de Marcel Proust "La Prisonnière", quinto tomo de su gran obra "A la recherche du temps perdu" ("En busca del tiempo perdido").