Un ingeniero que construye una cúpula sobre el reactor nuclear que gotea… un médico que realiza 36 abortos en una noche…. un bombero, todavía herido por la radiación ... una niña que fue evacuada de su casa ... un soldado que aprendió a luchar contra un enemigo invisible y un oficial encargado de retirar los desechos nucleares del techo ... En el Israel de hoy, hay 1608 liquidadores de Chernobyl, personas que participaron en la liquidación de las consecuencias del desastre de Chernobyl. Cada año son cada vez menos. La película presenta su historia, como un mosaico de evidencias y material de archivo exclusivo nunca antes visto, entretejidos en el panorama más amplio del desastre, que se cuenta desde diferentes perspectivas. Treinta años después, los Liquidadores están regresando al mundo perdido de su pasado, tratando de enfrentar sus recuerdos, miedos y arrepentimientos.

La historia de Chernobyl contada a través de un tesoro recientemente descubierto de imágenes dramáticas filmadas en la planta nuclear durante el desastre y entrevistas profundamente personales de quienes estuvieron allí, dirigidas por el ganador del premio Emmy y hablante de ruso James Jones.

El 26 de Abril de 1986, el reactor número 4 de la Central Nuclear de Chernobyl hizo explosión produciendo lo que ha sido una de las peores catástrofes de la historia de la humanidad. Hoy en día, casi tres décadas después, la Zona de Exclusión del desastre es un lugar inhóspito, apocalíptico, abandonado, olvidado, definitivamente un lugar en el que el corazón de nuestra especie ha dejado de latir. Este es un proyecto realizado con la máxima austeridad,sin fines económicos, el único fin es acercar al espectador al desastre y concienciar sobre las víctimas y las consecuencias.

Hace veinte años, en la madrugada del 26 de abril de 1986, el cuarto reactor de la planta de energía nuclear de Chernobyl, explotó en una llamarada de colores que alcanzó los 1.000 metros de altura en el cielo de Ucrania. Es una auténtica batalla en contra del tiempo, que miles de soviéticos jamás podrán olvidar. Durante los ocho meses posteriores a la explosión de la central nuclear, 800.000 jóvenes soldados, mineros, bomberos y civiles procedentes de todas las regiones de la antigua Unión Soviética, trabajaron sin descanso para intentar mitigar los efectos de la radioactividad, construir un sarcófago alrededor del reactor accidentado y en definitiva, salvar al mundo de otra probable tragedia. Todos ellos estaban guiados por el temor a una peligrosa reacción en cadena derivada de la explosión inicial, cien veces superior a los efectos de la bomba de Hiroshima.

El 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 8.9 hizo temblar la costa noreste de Japón. Los temblores y el tsunami desencadenado posteriormente causaron una destrucción y devastación de enorme envergadura. Pero todavía quedaba una situación terrorífica a la que hacer frente: cuatro reactores nucleares de la central de Fukushima habían sido dañados de forma considerable después del terremoto. Tras la explosión en uno de ellos el gobierno anunció una “emergencia nuclear”. Odisea les presenta un documental donde nos acercaremos al desencadenamiento de los eventos en Fukushima para intentar averiguar con exactitud cómo ocurrieron los hechos, por qué, y lo más importante, el impacto que los altos niveles de radiación tendrán en la población cercana a Fukushima y también en la más distante, tanto en el presente como en el futuro. El 20% de todas las centrales nucleares están construidos en zonas sísmicas. ¿Puede la energía nuclear ser segura?