Presencias extrañas comienzan a habitar la isla griega de Syros. Formas geométricas de origen enigmático que quizás revelen la pura esencia de la condición humana. De la playa al teatro de la localidad, este fascinante juego de representación supone la conquista definitiva de lo paranormal sobre esa movediza e incierta dimensión a la que llamamos realidad.

Trabajo experimental de Andy Warhol donde a través de un plano secuencia de más de media hora, observamos el rostro de un hombre al que están practicándole una felación.

El film sirve como manual básico de la obra de Stratman, mezclando la curiosidad científica amateur con un reconocimiento muy amplio de los espectáculos artificiales que complementan la belleza oscura del mundo natural. Sin duda Stratman es eso que el físico Michael Faraday, protagonista de la cinta, llama «algunas mentes inquisitivas que buscan descubrir lo que es maravilloso en este mundo.»