Martin Scorsese ha hecho un descubrimiento sensacional: hasta sus manos ha llegado un guión incompleto de Alfred Hitchcock y se propone devolverlo a la vida rodándolo. Scorsese se sumerge en la mente de Hitchcock, trata de pensar cómo lo hubiera hecho él, selecciona cuidadosamente la técnica y lo reinterpreta. La historia se titula "La clave reserva". Sólo hay un problema: falta una parte. Simon Barker y Kelli O'Hara protagonizan una historia en el colosal auditorio newyorkino de Carnegie Hall. Los amantes del cine seguro que encuentran al hombre que sabía demasiado, y quizá lo encuentren con la muerte en los talones... Scorsese y Hitchcock; ambos se dan la mano para brindar con todos los espectadores, naturalmente a su manera.

Gallo y Chuy son dos inmigrantes mexicanos que trabajan en la cocina multirracial del Paradise Café, en Los Ángeles. En medio del incesante barullo de la cocina en hora pico, Gallo ensaya su heroica renuncia, con lo que espera recuperar su juventud, su dignidad y hasta ganar el amor de Susan, una mesera gringa. Pero las cosas no son lo que parecen en el Paradise Café, donde la realidad se torna ficción y la ficción realidad.

Charlot trabaja como camarero en un restaurante y sufre un percance con un cliente testarudo y gordinflón (Mr. Stout). Tras acabar su jornada se dirige hacia un local de patinaje donde casualmente se encuentra con Stout, y ambos competirán por la atención de una guapa joven que también ha ido a patinar.

El ayudante de un prestamista trata con su jefe gruñón, su molesto compañero de trabajo y algunos clientes excéntricos mientras coquetea con la hija del prestamista, hasta que llega a la casa de empeño un pérfido ladrón con malas intenciones.

Un aprendiz de sastre quema las ropas del conde Broko mientras las plancha y el sastre lo despide. Más tarde, el sastre descubre una nota explicando que el conde no puede asistir a un baile, así que decide vestirse como tal para ocupar su lugar; pero el aprendiz también ha ido a la mansión donde se celebra la fiesta y allí se topa con el sastre disfrazado…