Una joven profesora es ultrajada por varios de sus alumnos quienes la confundieron con otra mujer.

Este drama rutinario ambientado en Argentina durante la década de 1930 establece paralelismos entre un patriarca familiar y un déspota político que recurre a cualquier medio corrupto para aumentar su poder y riqueza. Los paralelos son fáciles de hacer porque el hombre es el mismo en ambos casos. El abuelo de la familia tiene un control rígido y férreo sobre sus nietos, quienes eventualmente comienzan a rebelarse contra su comportamiento autoritario e irónicamente puritano. Al principio, no hay una conciencia real de su comportamiento criminal opuesto fuera del hogar. Pero a medida que uno de los nietos comienza a madurar en su conocimiento político, el abuelo finalmente es objeto de un merecido ataque.