Este íntimo estudio etnográfico sobre las danzas rituales y la posesión del vudú fue filmado por Maya Deren durante su estancia en Haití (1947-1951); nunca editó las tomas, así que el documental fue finalizado por Teiji y Cherel Ito tras la muerte de Deren.
Un grupo de migrantes cubanos usa sus dispositivos celulares para registrar y transmitir por redes sociales momentos íntimos de su travesía. En este limbo migratorio, el director cubano Marcel Beltrán filma el paso de las horas en el campamento de la Pastoral Social Cáritas en Ciudad Panamá.