Khadija, nacida en Amsterdam de padres marroquíes, viaja a Marruecos para reencontrarse con sus raíces rifeñas. Vuelve después de 20 años a Beni Chikar, un pequeño pueblo cerca de Melilla. Allí conoce más sobre su ya fallecida abuela e ídola Mama Allal y sobre la actualidad social de la región, concretamente la de las mujeres.