Nick Naylor, jefe de prensa de una gran compañía de tabaco, dedica su vida a defender los derechos de los fumadores en medio de la cultura neo-puritana dominante. Enfrentado a grupos de defensa de la salud y a un oportunista senador, Nick pasa a la ofensiva como relaciones públicas del consumo de cigarrillos, pero al mismo tiempo comienza a pensar en la imagen que está dando a su hijo pequeño Joey.

Will Hayes (Ryan Reynolds) es un papá de treinta y pico años en pleno divorcio. Su hija (Abigail Breslin) de diez años le pregunta por su vida antes de casarse, quiere enterarse de cómo se conocieron sus padres, de cómo se enamoraron. Para contestar a Maya, Will rememora el pasado de un joven idealista que aprende los tejemanejes de la política en una gran ciudad, y le cuenta que conoció a tres mujeres. Desesperado, intenta construir una versión “tolerada” para su hija y cambia los nombres de las protagonistas. Maya tendrá que adivinar con cuál de las tres acabó casándose. ¿Quién es su madre? ¿Emily (Elizabeth Banks), la novia de universidad de Will? ¿O quizá sea su amiga de siempre, su confidente, la apolítica April (Isla Fisher)? Aunque también podría ser una ambiciosa e inconformista periodista llamada Summer (Rachel Weisz). Maya empieza a unir las piezas del rompecabezas romántico de su padre y entiende que el amor no es fácil ni simple.

Por motivos que ni él mismo entiende, el profesor de un instituto estadounidense decide impedir que su mejor estudiante consiga el anhelado cargo de delegada de los alumnos. Una comedia aparentemente simple, pero que pronto se revela como una compleja y mordaz moraleja sobre la ambición, la corrupción y el deseo en sus niveles más descarnados y mezquinos. Cada escena es una mezcla de humor y amargura que dejan al espectador a medio camino entre la sorpresa y la empatía. No es extraño, pues, que recibiera una candidatura al Óscar al mejor guion original del 2000.

Bill McKay es un idealista abogado de California que destaca por defender los derechos civiles o las causas ecológicas. Pero también por ser hijo de John J. McKay, antiguo gobernador demócrata del Estado. Ante las elecciones de 1972, el partido le elige para presentarse como candidato a arrebatar el puesto en el senado que ocupa el republicano Crocker Jamon. Bill sabe que tiene pocas posibilidades de ganar y accede con una única condición: poder decir lo que piensa en todo momento. Pero las cosas cambian cuando su honestidad seduce inesperadamente al electorado.

El senador demócrata Jay Bulworth, harto de la falsedad del mundo político, se vuelve loco y arregla su propio asesinato y dedica el cierre de su última campaña electoral a decir sólo la verdad. Durante el transcurso de ésta se arrepiente después de conocer a una atractiva activista política (Halle Berry) y de lograr un éxito inesperado en su campaña. Al final el éxito es tan abrumador que decide presentarse a la presidencia de EEUU, momento en el cuál los lobbys económicos deciden y ejecutan su muerte por ser un peligro a sus intereses.

Elle (Reese Witherspoon) está de vuelta como la enérgica, optimista y megapija joven abogada de la facultad de Harvard. En esta ocasión, Elle irá a Washington a defender los derechos de los animales.

El candidato, segundo largo dirigido por Daniel Hendler, narra la historia de Martín Marchand (Diego De Paula), un empresario que decide aceptar una candidatura política. Para lanzar su campaña, convoca durante un fin de semana a un equipo de publicistas, técnicos y asesores a su chacra, para que definan su perfil y elaboren spots de campaña en concordancia. Aunque pronto se revelará que algunos de los invitados están más preocupados en minar la carrera política de Marchand y que otros pretenden presentarlo como un personaje de ficción.

Durante la guerra del Vietnam, el capitán Doyle llega a una estratégica aldea para sustituir al capitán Som. Ambos tienen una importante misión: conseguir un elefante y llevarlo a la aldea para reemplazar al que un grupo del Vietcong había matado.