Olaf escribe sus memorias, antes de su ejecución. Cuenta su vida como un granjero en apuros cuando Renie, varada en el pueblo, se queda una noche en su casa y Olaf se enamora de ella. Más tarde, dos hombres toman habitaciones en la casa, y Olaf, para sacar todo su dinero, mata a uno de ellos y hiere al otro, Paul. Paul es condenado por el asesinato y va a la cárcel, mientras Olaf, sintiendo culpable el "ojo de Dios" sobre él, deja su granja y comienza a vagar. Mientras tanto, Renie, que había sido la prometida de Paul, jura encontrar al verdadero asesino. Una vez más se encuentra con Olaf, de quien siempre sospechó, y finge amarlo. Luego ella lo acusa del asesinato y sigue acusándolo hasta que él, agotado, finalmente confiesa, liberando así a Paul.