Año 1183. El rey de Inglaterra Enrique II Plantagenet reúne a toda su familia para pasar las Navidades y decidir quién le sucederá en el trono. Manda llamar a su esposa, la maquiavélica Leonor de Aquitania, a quien mantiene encerrada en una torre después de haberla repudiado, y también a sus tres hijos: el taimado Geoffrey, el insignificante John (Juan sin Tierra) y el colérico Richard (Ricardo I Corazón de León). Conviene tener en cuenta que, algunos años antes (1173-1174), los tres, incitados por su ambiciosa madre, se habían sublevado contra su padre.

Cualquier persona, a cualquier edad puede enamorarse. No existen condiciones ni límites para sentir atracción por otro ser. Cuatro Lunas nos presenta cuatro historias, en las que hombres de diferentes generaciones descubren el amor, y los temores que éste puede conllevar. Un chico enamorado en secreto de su primo, dos jóvenes universitarios enfrentando el temor de aceptarse, una pareja de años amenazada por la llegada de un tercero y un anciano obsesionado con un joven prostituto son los ejes de esta película que retrata el enamoramiento en sus distintas facetas.

Fernando está de vacaciones con sus amigos en su casa de Ezeiza, Buenos Aires. Lejos de su rutina y de sus novias, los hombres descansan en la piscina, toman alcohol, fuman y confiesan sus intimidades mientras exhiben una libertad lúdica, como si fueran niños. Fernando invita a Germán, su amigo de Taekwondo, ignorando que es homosexual. Poco a poco se enciende entre ellos un deseo que les resulta difícil de mostrar ante tales circunstancias.

Crónica de la vida de dos buenos amigos con caracteres totalmente opuestos, que empieza en los suburbios de Cleveland en los años 60 y se extiende hasta el Nueva York de los 80, época en la que forman un triángulo amoroso con una mujer mayor que ellos.

Australia /// Ari (Alex Dimitriades) tiene 19 años y está viviendo, como todos los jóvenes, su particular conflicto con el mundo. Confundido, y sin tener nada claro su vida gira alrededor de las noches de baile, sexo y drogas.

Un camino vertiginoso, infinito y único por todos los reveses nocturnos. Sexo, drogas y bebidas se alternan entre encuentro y encuentro, creando un continuado sin tapujos, frente a una cámara tan curiosa como audaz, que se atreve a recorrerlo todo.