El estreno de Billy Budd de Benjamin Britten en Madrid marca, sin duda alguna, uno de los grandes acontecimientos del Bicentenario del Teatro Real. Su magnífico libreto basado en la obra homónima de Herman Melville, narra la historia del marinero Billy Budd: un joven bello, leal, generoso, fuerte, ingenuo y bondadoso que logra desquiciar con su belleza y personalidad al maestro de armas del navío, quien es incapaz de canalizar la situación, y crucifica al ingenuo sin miramientos. Esta nueva producción del Teatro Real se presenta por primera vez en Madrid, en coproducción con la Opéra national de Paris, de la mano de Deborah Warner, uno de los grandes nombres de la dirección escénica actual.
Jean-Dominique Bauby, editor de la revista Elle en Francia, sufrió en 1995, a la edad de 43 años, un derrame cerebral que paralizó todo su cuerpo a excepción del ojo izquierdo. Utilizando ese ojo para sacar a la luz sus memorias, Bauby describió elocuentemente los aspectos de su mundo interior, desde el tormento psicológico de estar atrapado dentro de su cuerpo a sus historias imaginadas de tierras que sólo había visitado en su mente.
Una psiquiatra que no soporta la ausencia temporal de su marido se vuelca en el difícil caso de una de sus pacientes.
En los sótanos de la Ópera de París vive oculto el misterioso Eric, el hombre de voz de ángel y rostro desfigurado de demonio, que acecha entre pared y pared a la hermosa soprano Christine Daeé, a la que desea catapultar hasta la cima de la fama; pero cuando se entera de que la cantante está prometida al apuesto vizconde Raoul, se vuelve loco de celos.
Francia, siglo XVIII. El compromiso matrimonial entre el futuro Luis XVI (Schwartzman) y María Antonieta (Dunst) sirve para sellar una alianza entre Francia y Austria. Con sólo catorce años, la ingenua princesa austríaca se ve obligada a abandonar Viena, su familia y sus amigos para instalarse en la opulenta, sofisticada y libertina corte francesa, donde reinan las intrigas y los escándalos. La joven se rebela contra el aislamiento que representa la corte de Versalles y se convierte en la reina más incomprendida de Francia.
Los Donahue son una familia de actores que vive pelenamente dedicada al mundo del espectáculo. De escenario en escenario, representando los números más variopintos, los Donahue hacen las delicias del público.