Jonathan, de 16 años, decide poner fin al acoso al que un grupo de compañeros le someten diariamente. Una mañana no llega al colegio; se ha inmolado prendiéndose fuego como una antorcha humana.

Alejo tiene 36 años, es arquitecto y padece un particular trastorno del sueño que le posibilita soñar de manera continua. En compañía de Ana, su pareja , emprenden un viaje al corazón de la montaña, para encontrar una parcela de pinos que le obsequió su padre el día de su cumpleaños. Los limites entre sueño y realidad se vuelven difusos y lo mas importante de su vida, su mujer, su pequeña hija Helena y el proyecto de una casa capaz de producir eco parecen desvanecerse.

Donde no hay nada es un cortometraje que habla de todos los recuerdos que se esconden en un espacio, y que ninguna persona más que uno mismo conseguirá visualizar. Entre esas cuatro paredes mostradas en la imagen, se encuentran los recuerdos que se hayan atados a la libre interpretación del espectador. El oyente no puede ver lo que observa la protagonista, ya todos los momentos transcurridos en las habitaciones evocan a un tiempo pasado que no se puede recuperar. Por el contrario la protagonista observa todo aquello que el espectador no ve. Recuerda, revive y siente los recuerdos que persisten dentro de esos espacios retratados.