A finales de los 80, esta película dio a conocer al joven director Todd Haynes (Poison, Velvet Goldmine, I'm Not There). Se trata de una original historia sobre la influencia de la música de The Carpenters en los años 70 y sobre la lucha de Karen Carpenter contra la anorexia nerviosa. Protagonizada por las muñecas Barbie, la película es una joya perdida debido a los enconados esfuerzos de la familia Carpenter por impedir su distribución y exhibición.

En el planeta Sigma habitan criaturas gigantes atrapadas en el hielo. Explosiones submarinas provocan un calentamiento de la tierra que origina nueva vida animal.

El animador abstracto Mirai Mizue vuelve a representar un caleidoscopio musical de formas y colores que estallan al ritmo de la música.