El 23 de septiembre de 1997, U2 ofreció un concierto emblemático en Sarajevo, Bosnia, un evento que unió a personas de diferentes nacionalidades y etnias pocos meses después del final del conflicto en la región, convirtiéndose en un símbolo de esperanza y reconciliación. Este documental narra la lucha de los ciudadanos de Sarajevo durante la Guerra de Bosnia y cómo la determinación del cooperante Bill Carter logró reclutar a U2 para arrojar luz sobre una tragedia que el mundo ignoraba. A través del testimonio de Bono, los miembros de U2, y figuras como el expresidente estadounidense Bill Clinton, el documental sigue a una comunidad clandestina que, en medio del asedio de Sarajevo en los años noventa, continuó creando, trabajando y utilizando la música y el arte para provocar cambios y captar la atención internacional.

La crónica de una de las acciones más osadas de Laibach –viajar en 1995 a la sitiada Sarajevo para dar dos conciertos– refleja cómo el arte había podido florecer en la ciudad como necesidad y respuesta ciudadana a la guerra.

En este documental, ambientado en Bosnia durante la guerra, Pawlikowski se mantiene alejado de los clichés habituales en los informes de guerra. Adopta una perspectiva más antropológica basándose no en comentarios sino en el poder de las imágenes: un bautismo masivo antes de la batalla final, las extrañas travesuras de los miembros restantes de la dinastía Karadjordje y los cantos tribales de los campesinos/soldados serbios en la línea del frente. El resultado es una investigación más universal sobre la naturaleza del Estado nación y la visión etnocéntrica del mundo.