A finales del siglo XIX, durante un baile en Joinville, en las afueras de París, Georges, un antiguo delincuente que trabaja como carpintero, conoce a Marie, una joven relacionada con una banda criminal.

Un armador, de cuya hija está enamorado Buster Keaton, vende uno de sus barcos a un país que está en guerra con otro. Sin embargo, los agentes de este último país tienen la misión de dejar el barco a la deriva para que naufrague. En medio de esta trama, Buster y su enamorada se embarcan en el navío, sin saber que éste va a la deriva.

Marie, una joven huérfana, trabaja en un bar de un puerto de Marsella, explotada por el despótico individuo que la ha adoptado. Deseosa de escapar de él y de su amante, un alcohólico sin escrúpulos, acaba uniéndose a otro hombre,Jean, al que ve a escondidas. Jean le ofrece protección y le propone que se fuguen juntos y contraigan matrimonio.

Patsy Brand es una corista en el salón de música Pleasure Garden. Conoce a Jill Cheyne, que está de capa caída, y le consigue un trabajo como bailarina. Jill conoce al aventurero Hugh Fielding y se comprometen, pero cuando Hugh viaja fuera del país, ella comienza a jugar.

La rica heredera (Betty Balfour) de uno de los más acaudalados hombres de Wall Street (Gordon Harker), está tan enamorada que osa volar, hasta alta mar, para alcanzar el barco en el que viaja su pretendiente (Jean Bradin). El aeroplano hundido y otros despilfarros, hará pensar a su padre que la chica necesita una gran lección.

Una mujer, Larita Filton, es acusada por su marido, un hombre borracho y celoso, de haberse enamorado de un artista. El matrimonio se divorcia entre un gran escándalo y el artista se suicida. El mundo de Larita se viene abajo, ella ha adquirido mala reputación, por lo que decide cambiar de identidad y empezar una nueva vida. Se enamora de un joven rico y se casa con él hasta que la madre averigua su turbio pasado...

Robert le Taciturne fue apodado así por su aspecto abatido y taciturno. Un día, paseando por el bosque llega a un campamento de gitanos. Interrumpe el baile de una de las gitanas, pero ella reanuda su danza y el duque queda conquistado por su gracia y su encanto. Al día siguiente, él la invita a su castillo...