Clara, que lleva dos años viviendo una vida sencilla y acomodada en Argentina, vuelve para reencontrarse con sus tres hermanos en la casa de los abuelos, donde veraneaban de pequeños, y celebrar juntos la noche de San Juan. Llega con una gran ilusión, pero lo que tenía que ser una celebración se convierte en un cúmulo de silencios y tensiones al descubrir que Mireia, la menor de los cuatro, se está prostituyendo con un hombre del pueblo.

Ulises se reencuentra con David, un casi algo al que no consigue olvidar, una noche cualquiera en una calle del centro de Madrid. Una inevitable vuelta a dinámicas del pasado le hará preguntarse si es posible que esa relación tenga futuro.