Charlie Babbitt, un joven sin corazón, espera recibir una considerable herencia tras la muerte de su padre, del que estaba distanciado. Sin embargo, alguien a quien Charlie no ha tenido en absoluto en cuenta, su hermano mayor Raymond, recluido en una institución medica, recibe toda la fortuna del testamento. Raymond es un autista con capacidad mental limitada en algunos aspectos, pero con dotes de genio en otros.

Soon Ho es un abogado pobre que defiende a alguien en un caso de asesinato, mientras trata de descubrir la verdad conoce a Ji Woo, una niña con autismo que es la única testigo del asesinato.

Alex Hugues es un inglés maduro y taciturno que se siente fuera de lugar en Ontario. Un día emprende un viaje para visitar a la madre de su hijo muerto.

Tras la muerte de sus padres, Joon (Masterson), una chica sensible y delicada, se ha convertido en una persona mentalmente desequilibrada, que vive bajo la estricta tutela y protección de su hermano Benny (Quinn). Como consecuencia de una disparatada apuesta en una partida de póker, Benny tiene que aceptar que Sam (Depp), un muchacho extravagante y solitario que tiene un don especial para la pantomima (homenaje al cine mudo), se vaya a vivir con ellos. Joon y Sam simpatizan enseguida y acaban enamorándose.

Dos niños de un campamento de piragüismo acaban a la deriva en un lago, incapaces de continuar hasta que no encuentren una nueva forma de conectar y de ver el mundo a través de los ojos del otro.

Rikard es un autista con deformidades graves que busca la manera de reencontrarse con su madre, de la que fue separado hace tiempo, por medio del juego de la petanca y con la ayuda de un gigante de 60 metros. Su frágil físico y un entorno hostil y dado al juicio fácil contribuyen a hacer su vida más dura. Convencido de que su madre volverá con él si gana el campeonato de petanca del Norte de Europa, Rikard hará lo imposible por conseguirlo.