La sabana africana es el escenario en el que tienen lugar las aventuras de Simba, un pequeño león que es el heredero del trono. Sin embargo, se ve forzado a exiliarse al ser injustamente acusado de la muerte de su padre. Durante su destierro, hará buenas amistades y, finalmente, regresará para recuperar lo que legítimamente le corresponde.

Nueva York, 1968. Frank Lucas es el taciturno chófer de un importante mafioso negro de Harlem. Cuando su jefe muere inesperadamente, Frank aprovecha la oportunidad para construir su propio imperio. Gracias a su talento, se convierte no sólo en el principal narcotraficante de la ciudad, inundando las calles con productos de mejor calidad y precio, sino también en un hombre público muy respetado. Richie Roberts, un policía incorruptible marginado por su honradez que conoce bien las calles, se da cuenta de que una persona ajena a los clanes trepa por la escalera del poder. Tanto Roberts como Lucas comparten un estricto código ético que les aparta de los demás y los convierte en dos figuras solitarias en lados opuestos de la ley. Cuando se encuentren, el enfrentamiento entre ellos será inevitable.

Trudi es la única que sabe que su marido Rudi está gravemente enfermo de cáncer. Siguiendo el consejo de su médico, deciden hacer un último viaje juntos. Trudi convence a su marido y van a visitar a sus hijos y nietos en Berlín. Sin embargo, éstos están demasiados inmersos en sus propias vidas para ocuparse de ellos. Tras ir al teatro a ver un espectáculo de danza Butoh, Trudi y Rudi deciden marcharse y pasar unos días en un hotel en la costa del mar Báltico.

Año 2012. Robert Neville es el último hombre vivo que hay sobre la Tierra, pero no está solo. Los demás seres humanos se han convertido en unos mutantes nocturnos llamados "Darkseekers" y todos ansían beber su sangre. Durante el día vive en estado de alerta, como un cazador, y busca a los muertos vivientes mientras duermen; pero durante la noche debe esconderse de ellos y esperar el amanecer. Esta pesadilla empezó hace tres años: Neville era un brillante científico, pero no pudo impedir la expansión de un terrible virus creado por el hombre. Él ha sobrevivido porque es inmune al virus; todos los días envía mensajes por radio con la esperanza de que haya otros supervivientes, pero es inútil. Lo único que puede hacer es buscar una fórmula que le permita utilizar su sangre inmune para devolverles a los hombres su naturaleza. Pero está en inferioridad de condiciones y el tiempo se acaba.

Tras dos décadas viviendo en Beijing, donde se mudó para que su hijo fuera a la universidad, Zhigen decide que es hora de cumplir la promesa que antes de morir le hizo a su mujer y volver a su pueblo natal, llevando con él al pájaro que mantiene como su constante acompañante. Lo que no espera es que también debe cargar con su pequeña nieta Renxing, acostumbrada a una materialista vida de lujo dada por sus padres que choca radicalmente con el estilo de vida Zhigen.

La acción transcurre en mitad de una guerra, de cualquier guerra. Un comandante del ejército, mentalmente desequilibrado, va a descansar a un pequeño pueblo donde vive la familia de uno de los soldados que están bajo su mando. La familia lo acoge en su casa y ahí comienza el esperpento… la tragedia.

Un astronauta (Thornton) de la NASA se ve obligado a jubilarse para salvar la granja de su familia. Pero no se resiste a cumplir su sueño de ir al espacio, por lo que decide construir su propio cohete espacial, a pesar de las advertencias del gobierno para que desista.

Cuando Erin Grant pierde su trabajo y la custodia de su hija, se hace bailarina de striptease en un sórdido local de Miami. El propósito de Erin es reunir la gran suma de dinero que necesita para apelar la sentencia que le ha arrebatado a la niña de su lado. El potencial erótico y la sensualidad de Erin atraen la atención de un pervertido miembro del Congreso, que no se detendrá ante nada ni nadie para conseguirla.