Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort. A mediados de los años 80, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna le valió el mote de "El lobo de Wall Street". Dinero. Poder. Mujeres. Drogas. Las tentaciones abundaban y el temor a la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la discreción era una cualidad anticuada; nunca se conformaban con lo que tenían.

Candy Johnson es un estafador y timador de lengua viperina. Candy Johnson prospera hasta ser el jefe mafioso de Yellow Creek, pero el padre alcohólico de su esposa tratará de poner las cosas en su sitio.

Una psicóloga y su ayudante intentan desacreditar a un vidente que ha recuperado el prestigio después de haber pasado treinta años sumido en el olvido; el problema consiste en que el cerebro casi siempre nos transmite una imagen distorsionada de la realidad.

Una inquieta y sexy chica de ciudad huye hacia una pequeña localidad sureña por culpa de sus deudas con la mafia. Allí seducirá al heredero de una gran fortuna para tratar de robar las joyas de su familia.

Dos científicos, el estadounidense Daniel Hicklar y el inglés Sir John Bavistock, descubren un sistema de producción de electricidad barata a partir de la fusión nuclear. Al mismo tiempo, un par de ladrones, Sidney Lipton y Gerard Bradley, y una atractiva viuda, proyectan robarles tres millones de libras en diamantes.

Un italoamericano y un escocés son contratados como guardaespaldas por un tal Giorgiakis. Sólo que ambos se dedican al tráfico de drogas. Wang y su banda están interesados en un alijo de drogas, de forma que Giorgiakis y sus esbirros se ven sometidos a una presión inusitada...