Tres policías son los mejores amigos: Tim, ambicioso inspector jefe de la sección de narcóticos; Chao, agente encubierto y Wai, fiel subordinado de Tim. Una nueva misión, atrapar al "señor de la droga" Eight-Faced Buddha, pondrá en peligro su vínculo fraternal. Mientras Tim está convencido de que puede dar un giro a su carrera, para Chao es su última misión decidido a abandonar Hong Kong, y para Wai su ocasión para recuperar la confianza en si mismo tras un amor fallido.

Ben Morris y Celaya llegan al remoto pueblo de Guadagil, en América del Sur, para hacer la campaña publicitaria de un nuevo lápiz de labios. Celaya está convencido de que Morris es un agente de la CIA, y sus sospechas se agudizan al comprobar que su compañero está sometido a una estrecha vigilancia.

Puck logra un trabajo como secretaria para el excéntrico Andreas Hallman, ganador del Premio Nobel de Literatura. Hallman es encantador, pero también un neurótico que obliga a su familia a vivir en reclusión. El ambiente en el hogar es asfixiante y una noche su hijo mayor muere. La mala salud del chico hace pensar en una muerte por causas naturales, pero poco después fallece el propio Hallman. No hay duda de que hay un asesino entre ellos. El inspector Wijk hace todo lo posible para que las piezas del rompecabezas encajen.